lunes, 8 de abril de 2024

Pajarito colibrí

Vine al mundo en forma de una pequeña pájarita indefensa, a la que su mamá no abandonó por completo pero sí descuidó poco a poquito. Vine al mundo con un montón de miedos: miedo a volar principalmente, a dejar el nido que mi madre construyó con mucho esfuerzo.
Ella y mi abuela me enseñaron que en cualquier momento todo podría derrumbarse, que los peligros estaban por todos lados y luego me dijeron: “es hora de abrir tus alas y salir a ver el mundo”, y por supuesto que tuve pesadillas en las noches.
Vine al mundo a sufrir, o al menos eso creí por mucho tiempo.
Con mis alas débiles y mi miedo a mirar abajo para ver qué tan alto estaba.
Con mi eterno anhelo por un amor que me viera por mí y todos lo que acepté con tal de tener algo. “Aunque sea poquito es mejor a nada”
Con mis ganas de cantarle al mundo mi historia pero con temor a que nadie me escuchara.
Con mis sueños que no se volvieron realidad por miedo al fracaso.

Vine al mundo a sufrir, o eso escuché y viví por mucho tiempo, y sé que también mi mamá y mis abuelas tuvieron este pensamiento recurrente.

Así que un día decidí acabar con mi sufrimiento: ya no quería seguir viviendo con las migajas del amor de los demás, ya no quería seguir escuchando “no eres suficiente para mí”, “no puedes”.
Volé lo más alto que pude, al árbol más alto que encontré y me lancé en picada, sin abrir mis alas ni mis ojos.

Todo pasó rápido, sentí mi último suspiro, y todo se volvió negro.

Desperté en un lugar que no conocía, desperté y me cegó una luz, luego que mis ojos se adaptaron logré ver la silueta de una mujer muy muy cerca de mí, me espanté mucho y traté de escapar rápido pero me estampé contra una especie de malla.

“¿Dónde estoy?” grité una y otra vez. La mujer me miró y me mostró sus dientes. Me asusté tanto que traté de escapar de nuevo, pues presentía que esa mujer me iba a comer. La mujer en vez de hacerme daño me dio agua y alimento cada día, y así, poco a poco me di cuenta de que no estaba en peligro. Todos los días al amanecer me cantaba una canción que siempre me hacía sentir mejor, decía algo así:

Todo va a estar bien, pajarito colibrí
Ya no tengas miedo de vivir
Todo va a estar bien, pajarito colibrí
Tú llegaste al mundo para ser feliz


Así, un día decidí contarle mi historia y todo lo que vi hacer a mi madre y lo que ella vio hacer a mi abuela:
Todos los días se arrancaban plumas de todos lados y me decían que eso era lo que un día tendría que hacer cuando tuviera una pareja: porque es más fácil no abandonar de esta manera, sin plumas en las alas que les permitieran volar. Yo las vi destruirse a sí mismas con convicción, todo con tal de seguir en el mismo lugar, aceptando todo sin cuestionar.

La mujer me escuchó con cariño y me dijo que nadie, nunca debía sufrir por amor, que el amor verdadero estaba dentro de mí, y que cuando lo encontrara, vería al mundo de diferente manera.

Lloré mucho entendiendo todo lo que venía cargando por generaciones. ¿Cómo no iba a sentirme vacía y sin sentido? Con ganas de dejar todo atrás y no volar jamás.

Poco a poco empecé a volar de nuevo, la mujer tenía un jardín hermoso donde podía jugar y bailar. Empecé también a cantar con ella en las mañanas y un día supe que estaba lista…
Para salir y conocer el mundo, para dejar los miedos atrás y amarme a mí primero.
Di las gracias a la mujer, ella me dio un pequeño beso y me dijo que siempre podría regresar a su hogar.

El día que decidí que no quería seguir viviendo me cambió por completo. No estaría aquí ahora, quién sabe por qué cosa estaría sufriendo al lado de mi madre, ambas cómplices en nuestro dolor.

En cambio, ahora canto todos los días, y le enseño a todas las criaturas que conozco sobre el amor propio que todo lo cura.

jueves, 4 de abril de 2024

Lo que pasa en mi cabeza

 He sido una mala bloggera, lo sé. Y no es que no tenga tiempo para escribir sino que tengo tiempo y lo desaprovecho. Creo que hay años para todo, y siendo honesta creo que este no es un año para escribir, en cambio es mi año de correr.
Nunca pensé que iba a ser una corredora, el simple hecho de pensar en correr me hubiera hecho reír hace unos años:
¿Yo?, ¿corriendo porque quiero? No puede ser...
Pero sí lo es, desde que empezó al año me inscribí a mis primeros 10km, ahora que ya corrí 10km solo entrenando me arrepiento de no haberme inscrito a un medio maratón, quizá a finales de año o el próximo.
Pensar en correr un medio maratón no me asusta, pensar en correr un maratón entero me aterra. ¿Correr por más de 4 horas? no gracias.

Así que este es un pretexto para decir: no he estado escribiendo porque he estado corriendo. Quizá no es el mejor de los pretextos pero es el que tengo; es la verdad. 

Aún así quiero volver a escribir más seguido, mi carrera es el 21 de abril, quizá después de eso pueda enfocarme de nuevo en mis palabras, ya veremos. Mi vida es una constante rutina que gira en torno de correr en estos momentos. Mis piernas son fuertes y el gimnasio a las 6am no me aburre. 
¿Quién es esta persona en la que me convertí? a veces me pregunto, cumplí 30 años y de repente quiero estar en la mejor condición física de mi vida. Quiero correr y quiero ser capaz de hacer una lagartija, tengo 1 año yendo al gimnasio y aún no lo logro.

Lo que pasa por mi cabeza en estos días se relaciona a: deporte, mudanzas que pasarán en el próximo mes, compras de amazon relacionadas a correr y pensar en que quiero meditar pero no lo hago.
Y ustedes, ¿cómo han estado?

jueves, 14 de marzo de 2024

No lo sé, tal vez estoy alucinando en el salón de uñas

 Tengo una vida que amo: con una familia que he aprendido a aceptar y que me ha aceptado también, con un círculo de amigos que cada vez se hace más pequeño pero que me hace feliz, con un novio que me recuerda todos los días que la vida es buena.

Por la mañana me levanto y hago un té que me tomo lentamente, agradeciendo siempre por un día más jugando en este plano. Tengo todo lo que un día soñé, un trabajo que disfruto, puedo comprar lo que necesito y un poco más, quisiera tener un perrito, quizá pronto.

Aún así, no puedo evitar preguntarme a veces si me estoy perdiendo de algo.

El otro día iba al camino al trabajo y me encontré con mi ex al que no veía desde hace años, nos sonreímos y dijimos adiós y pensé en lo tonto que me parece ahora haber sufrido tanto por su amor, y en las muchas entradas de este blog que están dedicadas a él pidiéndole a universo que me lo devolviera. Ahora entiendo esa historia que termina en "ahora no lo entiendes pero un día lo harás"

Pienso en todos los hombres a los que les envié mensajes a altas horas de la madrugada diciendo "aún te quiero", solo para no recibir ninguna respuesta. Tantos años que pasé queriendo ser amada, pensando en cómo podía hacerme más atractiva, no para mí, sino para ellos.

Qué tontería.

Porque todo esto que soy un día se terminará. La belleza que hoy logro ver cuando veo al espejo cambiará, solo quedarán pequeños rastros de lo que hoy soy. 

Y estoy bien con eso. 

Podría sentarme días enteros leyendo lo que mi vida solía ser, pero hoy puedo decir que no lo extraño, no quiero volver a repetir las mismas historias, quiero pensar que estoy escribiendo en un nuevo camino desde hace tiempo, uno que ninguna mujer en mi familia ha recorrido, y eso me llena de emoción.

Porque no puedo seguir siendo la niña que fui cuando empecé a escribir aquí, que con 16 años pensó que iba a cambiar al mundo, hoy y todos los días me quito la piel que había usado el día anterior y me preparo para ser mejor, o eso quiero pensar. 

Si estoy dando vueltas en un carrusel, esta es la parte en la que me acostumbro, me relajo y comienzo a disfrutar del paisaje.


No lo sé, tal vez solo estoy alucinando en el salón de uñas, otra vez...

sábado, 9 de marzo de 2024

Ailyn

 Conocí a Ailyn porque era novia del mejor amigo de mi novio. Llegó una tarde al bar con unos más de 1.80m de estatura, con su risa tan de ella y su sentido del humor al que nadie le agarraba la onda, y pensé "nunca vamos a ser amigas"
Pero a la vida le gusta reírse de mis predicciones y por eso después de como dos semanas terminamos siendo uña y mugre. Todo empezó porque un día le pregunté si quería ir al gym conmigo y aceptó y el resto es historia. 

Se supone que aún debería estar aquí, siendo mi vecina, viviendo con su novio, pero a la vida (como ya había mencionado antes) le gusta reírse mucho de mí y pues aquí estoy contando esta historia. 

Ailyn se fue hace exactamente una semana a la ciudad de méxico, porque terminó con su novio y le dijo "chau, ya me voy y tú vete mucho a la versh", y pues tomó un avión y no vio atrás. 
Pero, ¿por qué terminó Ailyn con su novio?
Por las típicas cosas que una chica termina con su novio.

1)porque su novio le fue infiel con otra chica mientras estaba en otra ciudad a menos de una hora de distancia. 
2)porque se enteró de que su novio le fue infiel
3)porque se pelearon y en medio de la discusión Aylin se fue a llorar al baño y él no hizo nada.

Así que Ailyn se fue.

Y aquí es donde las cosas se ponen locas. Porque yo tengo un amigo que 
1)es gay
2)trabaja en un bar

Y un día me lo encontré de casualidad por la calle y comenzamos a platicar porque descubrimos que íbamos para el mismo lugar y como ambos trabajamos en bares comenzamos a compartir historias sobre nuestros clientes enfadosos. Entonces él me contó sobre una pareja que un día fue al bar y se estaban peleando en la barra y estaban literal terminando frente a él y ella le dijo que se iba a ir a ciudad de México, y entonces, lo paré en seco y le dije "creo que los conozco y son mis amigos, ¿ella es súper alta y rubia y él también?" mi amigo me confirmó que sí y nos reímos.

Y esta hubiera sido una historia sin sentido de no ser porque Ailyn se fue y al día siguiente mi amigo me manda un mensaje 
"Hey, ¿este no es el novio de tu amiga?" con una captura de pantalla del perfil del susodicho en Grindr, que es una app para encuentros gay. Yo me quedé con la boca abierta y claro que en 5 segundos ya se lo había envíado a Ailyn, ella me llamó histérica. 

"¡¿Cómo que este idiota está en Grindr?!, o sea además de engañarme con una chica también me ponía en cuerno con hombres, qué descaro"

Las dos nos reímos bastante. Y pensé que ese sería el final de la historia hasta que hoy me volvió a llamar solo para contarme que su ex va a ir a visitarla porque la convenció que el perfil de Grindr era falso...

No cabe duda que a veces no entiendo a la gente.