jueves, 2 de diciembre de 2010

Bueno, vamos a ver...

...Después de que decidan que estoy deprimida o lo que sea, me darán medicina, cierto? Y… conozco a cientos de personas que los toman y ellos están bien. De verdad. Volveré al trabajo con mis nuevos antidepresivos, cenaré con mis padres, los convenceré de que he vuelto a ser la persona normal que nunca les da problemas. Un día, un chico me pedirá que me case con él. Él será lo suficientemente lindo, y hará a mis padres realmente felices. El primer año haremos el amor todo el tiempo, y luego en el segundo y el tercero menos y menos. Pero justo cuando nos estamos hartando el uno del otro, me embarazaré, cuidaré de los niños, trabajando, pagando hipotecas, nos mantendrá a flote por un tiempo. Y después de diez años, él tendrá una aventura porque yo estoy demasiado ocupada y muy cansada. Y lo descubriré. Trataré de matarlo. A su amantes. A mí misma. Lo superaremos, unos cuantos años después, tendrá otra aventura. Y esta vez voy a fingir que no sé nada porque de alguna manera hacer un escándalo no merece la pena esta vez. Y viviré el resto de mis días, algunas veces deseando que mis hijos puedan tener la vida que no tuve. Otras veces, secretamente complacida de que se estén convirtiendo en repeticiones de mí. Estoy bien. De verdad.

-Veronika Decide Morir (película)




*Me voy a acampar el fin de semana, bye bitches.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

no manches de hecho creo que eso es muy cierto me parece que siempre pasa eso en todos los matrimonios y relaciones de noviazgo...

Janeth Plazola dijo...

sí. Es fea la realidad.