Perdona si en mi mente te llamo amor, perdona si te escribo
cartas mientras sueño despierta e imagino el mundo perfecto que un día planeamos
juntos.
Perdona que piense en ti en todo momento; que no haya un minuto del día
en que no estés en mi mente.
Perdona si te digo que te quiero a cada
oportunidad que se me presente; yo no sé mentir. Mi corazón se desborda de
alegría cuando me escribes, cuando sé que al menos por un instante mi recuerdo
ha pasado por tu mente.
Perdona a mi corazón sentimental, que se entristece en
ocasiones, cuando piensa que te hemos perdido, mi amor.
Perdona mis celos.
Perdona mis mensajes que seguro haz de odiar cuando te llegan por montones,
pero mi desesperación por saber de ti a veces puede más que mi sensatez.
Perdona mis llamadas a media noche: porque por más que me prometo a mí misma
que no lo volveré a hacer, mi corazón cede a mis deseos y quiere saber que
estás bien, que estás a salvo de cualquier peligro.
Perdona mis preocupaciones,
perdona mi ansiedad, pero eres la persona que más me importa en este mundo,
debes saber que todas las noches antes de dormir hago una oración y pido por
ti; tal vez no exista un dios…pero yo pido por tu bienestar a cualquier cosa
que esté allá afuera que pueda cuidar de ti, se llame como se llame; destino,
universo, ángeles.
Perdóname, pero yo no decidí que este amor tan grande que
siento por ti se instalara hasta de fondo de mi corazón. Yo sólo siento, y lo
que siento es inmenso y no puedo controlarlo…Perdona.