Uno de mis recuerdos más antiguos es ir de viaje con mi abuela y uno de mis primos, creo que íbamos en camino a Tepic, yo tenía más o menos unos 5-6 años y siempre me pareaba en las curvas de Compostela y terminaba vomitándome, así que para distraerme mi abuela nos ponía a correr de arriba a abajo en el camión hasta que nos cansábamos y nos quedábamos dormidos.
El otro día recordé esto porque iba en el camión camino a casa y unos niños estaban jugando a mi lado, se iban riéndo sin parar de cualquier cosa y pensé "qué simpleza ser un niño y qué alegría"
Volver a subirme al camión con 6 años y que solo me importe pasarla bien; correr y gritar porque me estoy divirtiendo.
Últimamente la vida me parece tan seria, con las obligaciones de la adultez corriendo tras de mí y yo siguiendo mi rutina para que nada de salga de control y termine vomitando... no literalmente pero algo así.
A veces solo quisiera que mi abuela estuviera aquí para abrazarla y volverme a sentir como una niña a su lado.
