Fantasmas Equivocados.

Alicia se encontraba disfrutando de un sueño profundo, en él, ella era una bailarina y justo en ese momento se estaba presentando delante de una audiencia masiva, todos la miraban con asombro “¡No pueden creer lo bien que bailo!” pensaba. Y justo cuando su baile terminaba, un mar de aplausos la invadía; se sentía maravillosa, extasiada. Pero en medio de la multitud, divisó a alguien, a la persona más importante de su vida; era su madre. En medio de toda esa gente, y estaba sonriendo. Alicia hizo un gesto de saludo con su mano, pero su madre no lo devolvió. Poco a poco, la demás gente del público le iba dejando menos y menos espacio, su madre luchaba por no ser aplastada, pero no podía. Alicia no podía creer lo que estaba viendo y se puso a gritar “¡Mamá!, ¡Mamá!, ¿Te encuentras bien?, ¡MAMÁ!”

Se despertó sudando, no podía creer lo horrible que había sido aquella pesadilla. Se levantó de la cama y se dirigió hacía el baño, una vez allí, se lavó la cara con agua fría. Estaba tratando en vano de olvidarse de aquella imagen de su madre siendo aplastada.
Cuando regresó a la cama, ya no tenía deseos de dormir. Se sentó y revisó el reloj y eran las 7am, aún faltaba media hora más para que Ana, la ama de llaves fuese a avisarle que el desayuno estaba servido. “¿Qué voy a hacer ahora?” pensó. No le apetecía ir a desayunar, y además su mamá ya no estaría en la casa a esa hora, debía haberse ido a trabajar.
Decidió que lo mejor sería meterse un rato en la cama, a pesar de que sabía que ya no podría dormir. Se tapó completamente con su cobija y pronto empezó a fantasear. Se imaginó a sí misma siento entrevistada en un programa de televisión, saliendo en una película, codeándose con actores y actrices internacionales…
Pero sus fantasías fueron interrumpidas debido a un murmullo. Era una mujer, que estaba hablando como si fuera lo más natural del mundo.
-Ya no recuerdo de quién es esta habitación…Hace tanto tiempo que…Pero que desorden hay aquí…¿Dónde está todo el mundo?…
Esas fueron las frases que logró captar. Tenía miedo. ¿Qué hacía una mujer en su habitación y de qué rayos estaba hablando?, ¿Todos esos sonidos eran producto de su imaginación?
Se quitó la cobija poco a poco y sólo su cabeza quedó al descubierto. Lo que vio la dejó paralizada. Sí había una mujer allí, vestía una bata horrible en color negro, un sombrero con algo que parecía un pájaro incrustado en él y unos zapatos negros muy desgastados. Se encontraba husmeando en la habitación, en esos momentos veía los portarretratos. Alicia quería decirle algo, pero de su boca no salía ningún sonido. “¿Quién rayos es?” pensó.
Y como si hubiera leído su pensamiento, la mujer se dio la vuelta rápidamente, miró intensamente a Alicia y luego contesto:
-¿Ya no me reconoces?, eh pequeña.
Alicia se dio cuenta de que era una mujer mayor, con la piel casi transparente y su rostro era hermoso a pesar de la edad y tenía unos ojos muy negros, que le resultaron familiares.
-¿Qué?... ¿Qué está diciendo?...Es decir, ¿Quién es usted y qué hace aquí?
-Soy tu abuela, mi pequeña Alicia –sonrió –has crecido mucho, eres hermosa como tu madre.
"¿Pero qué rayos es esto?, ¿Aún estoy soñando?...porque no tengo la sensación de estar soñando..."
-Ali, querida, no estás soñando, soy yo, tu abuela. No me reconoces porque partí cuando eras aún muy pequeña, mira, aquí tienes una foto mía, ¿no eras adorable querida?, mira que pequeña bebé, ¿cuántos años tienes ahora?...¿14, 15?...¿Por qué te quedas como pasmada? Respondeme, no he venido aquí para encontrarme con que has dejado de hablar...


Pero Alicia se encontraba sorprendida completamente, ¿De dónde había salido aquella mujer que decía ser su abuela?, ¿Acaso era un fantasma?, ¡Pero que tonterías!...Si los fantasmas no existen, ¿verdad?






*Una nueva historia, ojalá que les gusté. Tengo muchas ideas, y me estoy divirtiendo mucho con Alicia :)