martes, 23 de febrero de 2016

Y por primera vez en su vida está enamorada y no sabe qué hacer

Tan cliché y tan predecible.
El chico que quiere a la chica y la chica lo rechaza.
La chica quiere al chico pero ya es demasiado tarde.
¿De qué te perdiste?
¿Cuándo comenzó a pasar sin que te dieras cuenta?
¿Qué hacen éstas lágrimas deslizándose por tus mejillas en un martes por la noche?
Quisieras que no fuera verdad.
No tener sentimientos.
Que no te afectara.
Cuando te quiso tú te alejaste tan rápido como pudiste, temiendo a lo que ahora anhelas.
Lo anhelas a él.
Qué ridícula.
Qué patética.
A ver, pensemos esto con cuidado: ¿por qué de repente te sientes así?
Tal vez no es más que un capricho, el típico "quieres lo que no puedes tener."
Tal vez es la manera de poner de lado todo lo que ha acontecido últimamente. Tu sabes, tu sabes.
Pero, ¿por qué rayos invade tu mente justo ahora?
Quisieras olvidarte de su existencia.
Pero no, todo lo que haces es pensar en él.
¿Cómo podrías verlo?
¿Cómo puedes hacer para sacarlo de tu cabeza?
Entiende, entiende.
A ti nadie nunca te va a querer.
Y no porque seas imposible de amar.
Sino porque cuando lo hacen tú los alejas al instante, no vaya a ser que te hagan sentir algo en tu ya de por si jodido corazón.
Y este chico, este chico no es como todos.
Tu dijiste "yo nunca saldría con un psicólogo."
Y mírate ahora.
Tu dijiste, "nunca pasará nada entre él y yo, solo somos amigos. Platónicos."
Y mírate ahora.
Quisieras tomar el camión más rápido del mundo e ir hasta él, buscarlo, ir con un ramo de sus flores favoritas o quizás con un cómic en la mano, quisieras tener el gesto romántico que nadie ha tenido contigo, quisieras que en el lugar donde trabaja pusieran sus canciones favoritas, pink floyd o algo por el estilo, y quisieras que una voz dijera por los altavoces "Hey, esta chica está loca por ti en este momento y tienes que saberlo."
Quisieras.
Quisieras ser valiente.
O quizá tomar toda una botella de whisky barato y mandarle mil mensajes ridículos, mensajes donde se leyera: estoy muy borracha y en lo único que pienso es en ti.
Quisieras. Porque una vez pasó, él se ofreció a cuidar tu corazón y dijiste que no.
Y luego, luego sucedieron mi cosas, un remolino que te dejó desde hace semanas pensando en él, sintiéndote inútil, pensando "qué raro. Que raro que seas tú el que se encuentre en mi corazón."
Quisieras. Quisieras que fuera él quien te mandara mil mensajes.
Pero sabes que no pasará.
Te prohíbes a ti misma sentir.
Especialmente porque sabes que si sientes, todos tus planes podrían verse en peligro.
Y él.
Él es el peligro más grande que has sentido en mucho tiempo.
Y te pides Perdón.
Perdón por ser tan cliché y tan predecible.

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