Quizá
en mi cerebro tu imagen ya está muy gastada.
Quizá ya se cansó de repetir tus recuerdos una y otra vez,
Es por
eso que por las noches ya no sueño contigo, ¿sabes?
Olvidé el
sonido de tu voz, incluso después de tantas llamadas por la madrugada,
Olvidé el
aroma de tu piel, y bien sabes que ese era mi favorito.
Olvidé cómo
se siente besarte, tocarte, tu respiración.
No sé
cuándo volveré a saber de ti.
Quizá
nunca, será mejor así.
Pero mi
cerebro, ya se cansó de repetir la misma cantaleta todos los días.
Ya se
cansó de que me esté lamentando que te hayas ido,
Y de
que al minuto siguiente lo único que haga es murmurar “no regreses”.
Otros
chicos se han ido, ¿no es así?, otros chicos me abandonaron igual que tú,
Encontraron
a alguien más y no miraron atrás.
Ya lo
sé, lo sé porque mi cerebro guarda esos recuerdos en un baúl que me gusta abrir
diario.
Es como
si disfrutara con el sufrimiento.
Al menos
así puedo sentir algo, ¿no?
Sentir.
Que alguien
me quiere.
Que
por primera vez me eligen a mi, a la chica que no sabe ni lo que quiere.
Cuyo cerebro
no para de repetirle, ¿estás haciendo lo correcto?,
¿de
verdad crees que no hay algo más allá afuera?
Algo más
que solo lamentarse por los chicos que ya se fueron,
Por los
que no van a regresar.
Pero ese
mismo cerebro sueña con un chico diferente cada noche,
Todos ellos
se funden en una cosa que no me deja dormir,
Que no
me permite descansar,
Porque siempre
antes de dormir me pregunto,
¿quién
será está vez?, ¿qué rostro voy a ver esta noche?
Y sé
bien lo que va a pasar:
Nuestros
labios se van a encontrar, me susurrarán al oído las palabras bonitas y tal vez
sin sentido que siempre quise escuchar “tú eres, tú siempre has sido…”
Todas mis
amigas estarán felices por mí, porque he encontrado a alguien que me quiere de
verdad, alguien con quien puedo caminar por la calle de la mano.
Pero en
el fondo sé que estarán celosas, que pensarán “no lo merece, ella no lo merece,
yo debería ser así de feliz, no ella”.
Y en
algún punto de mi inconsciente, en algún lugar de mi mente sabré bien que
aquello no es real,
Que debo
estar soñando,
Porque la
felicidad, el anhelo, las ganas de arrojarme del acantilado debido a la
felicidad no pueden ser ciertas.
¿Pero
sabes cuál es la razón principal por la que sé que estoy soñando?
Porque cada
noche, espero y espero a encontrarme ahí con tú rostro,
Espero que
seas tú el que me diga las palabras mágicas,
Y cuando
lo veo ahí, cuando me doy cuenta de que es otro chico el que está en mis sueños,
Es entonces
cuando sé que este es mi cerebro,
Que me
está diciendo “no te voy a complacer."
Pero quizá algún día ceda, ¿sabes?
Quizá un
día, cuando esté demasiado cansado en verdad,
Me encontraré
en mis sueños con tu rostro.
Y quién
sabe, en ese entonces ya no sabré si estoy soñando o eres real.
Hasta entonces seguiré soñando con chicos que no son tú.
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