Cuando creces, te das cuenta de la cantidad de cosas por las que te has conformado en la vida, y a veces, te dices a ti misma: wow, ¿de verdad hice eso?, y, ¿por qué me permití hacerlo?
Y no solo me refiero al amor, porque definitivamente me he conformado con tal de no estar "sola", pero también pienso en las veces que he descuidado a mi cuerpo, a mis sueños y todo por esta sensación de "bueno, quizá hay algo mejor pero por ahora todo está bien, así que para qué cambiarlo"
Y ya no quiero ser así.
Pero cambiar hábitos, romper patrones, es muy difícil.
¿Cómo llegué aquí? a veces parece una pregunta tonta, pero es que si me pongo a pensar, oh dios, tantas cosas han ido llevándome hasta donde estoy. No me quejo, pero hay también tanto que quisiera cambiar.
Y viene este "virus" a aplazarlo todo: mis viajes, mi educación, mi trabajo, mis ahorros. Es fácil que la ansiedad se instale en mi cuerpo, pero prefiero permanecer positiva. Aún puedo trabajar pero no sé hasta cuándo. Quizá en realidad ni siquiera tenga que descansar, veremos.
Al otro lado del conformismo, ahí está la vida que quisiera tener, ahí están las personas que vienen a mostrarme que la vida es maravillosa. Conocí a un chico este fin de semana, y fue increíble, y quería que no se fuera pero bueno, así es esto. Yo y los chicos que siempre se van. Quizá sea hora de irme también, me iré preparando. Me estoy preparando.
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