Mientras que algunos están demasiado tiempo en su cabeza, y desperdician los días tratando de no salir lastimados, a otros les toma apenas un segundo y se lanzan. ¿Y dónde estoy yo?, ¿en el medio?, supongo que depende de la persona, ¿no?
Salir con alguien a veces es como si ambos trajéramos un espejo en las manos: puedes ver cada pequeña falla, y también puedes ver aquello que más te agrada de ti: a veces el reflejo de asusta, a veces te hace dudar de quién eres, a veces te sacude las ideas que tuviste por muchísimo tiempo y a veces quieres salir corriendo a la primera.
También hay citas que nunca se concretan, planes que no se hacen realidad y encuentros que quedan en el aire y se transforman en nubes que llevan tanta carga emocional que terminan por aventar agua en un día cualquiera.
Mensajes que no llegan después de horas, historias de instagram que ves y dices, ¿de verdad?, este tipo es insoportable, ¿cómo puedo estar tan idiota por él?, y luego mensajes que sí llegan y te hacen sentir como una mala persona, por dios, ¿cómo puede alguien verme de esa manera?, a veces ni yo misma puedo.
El tiempo correcto
existe solo unas cuantas veces.
Si llega demasiado pronto no estás lista, si llega tarde te hace reír o llorar, dependiendo de la gravedad. La vida tiene un sentido de lo correcto que aún no puedo entender pero supongo que un día miraré atrás y podré decir:
Gracias a todos los equivocados por guiarme hacía el que sí,
hasta entonces.
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