domingo, 20 de junio de 2021

Todas las cosas que no digo

 Tengo miedo, porque por primera vez no tengo un plan en concreto, solo quiero lanzarme al mundo de verdad y vivir la aventura de no saber qué pasará mañana y si podré lograr algo. Tengo un sueño desde hace 4 años y al fin se volverá realidad, y lo sé porque la pasión con la que arde dentro de mí es grande y me mantiene soñando despierta cada vez que salgo a la carretera y miro por la ventana. Tengo miedo de estar sola por mucho tiempo, pero sé que es necesario, sé que tengo que aprender de mis errores y decirles “gracias, y adiós”, quiero estar en una ciudad y comer mucha comida vegana y pasear en las tardes y sentarme en bancas a leer mis libros, leer un libro diferente cada semana, escribir cada mañana hasta la hora de comida, aprender nuevas cosas, tomar café sin azúcar y bailar hasta que los pies duelan. Tengo miedo porque sé que en la incertidumbre es donde la vida real sucede, nos dijimos adiós hace casi 1 mes y aquí estamos, en dos extremos del mundo, opuestos, contándonos todo, pensando “¿algún día volverá?” Y si no lo hace, ¿qué haré entonces?, no puedo pensar en volver a salir ahí afuera y dejar mi corazón en la calle como un anzuelo, no más. No después de lo que vivimos, no después del llanto y las noches durmiendo tarde y las mañanas de leer y las caminatas de la mano y los “i love you” que no había pronunciado en años. Años esperando a que apareciera un hombre como él, bueno, encantador y lleno de amor, con un alma parecida a la mía, con un alma que quizá se formó de la misma estrella, con un alma que me reconoció en medio de un montón de gente. Y si se pierde, ¿qué haré?, ¿a dónde iré entonces?, ¿cómo podría volver a creer?, tengo miedo porque cosas como esta solo pasan cuando estás lista y yo estaba lista, lo sabía, solo faltaba esperar al momento indicado. El indicado, tengo miedo de olvidar, tengo miedo de que mi memoria de elefante falle de un día, despertarme y pensar “¿quién es esta persona?” Y no tener respuestas. Mirarme frente al espejo y solo tener algo en claro: soy una desconocida, estoy cambiando, estoy por cumplir 28, ¿cuándo y cómo pasó? Si apenas ayer tenía 16 años y escribía acerca de música y desamores. Tenía 16 y me iba por primera vez lejos de casa. Tengo 27 y de nuevo me voy lejos de casa. La vida no cambia, nosotros sí, si tenemos suerte y la mente abierta. 

Tengo miedo porque soy tan solo una pequeña humana en búsqueda de respuestas, de paz y amor, amor verdadero, sin mentiras ni separaciones, el tipo de amor que es simple y no sale en canciones ni novelas. Quiero un “aquí estoy, no me iré, te elijo cada día a pesar de ser libre, no quiero ir a ningún otro lado, eres mi hogar”, quiero una vida llena de cosas maravillosas que contar. Quiero amigos y familia y poesía, quiero una serie, quiero ropa y enseñar y aprender. 

Tengo miedo porque nada es concreto pero es que así es esto. Un día, todo tendrá sentido, un día lo tuvo, un día viviré por última vez, quizá sea mañana. Universo, tengo miedo y aún así te agradezco por darme tanto, por ponerme este corazón justo antes de nacer, porque no había otro disponible y alguien dijo “va a sufrir porque va a sentir demasiado pero un día nos lo agradecerá” sí, gracias. 

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