Estoy de vuelta en el pueblo después de mis vacaciones, después de haberme ido por dos semanas a visitar a mi novio, después de haber tomado un avión (finalmente), sí, un viaje de muchas primeras veces:
-primera vez en Estados Unidos
-primera vez viajando después de dos años
-primer concierto desde septiembre 2019
-primera vez manejando un bote
-primera vez andando en bici eléctrica
-primera vez viendo el mundo desde la perspectiva de: esta es mi vida, esto es real, estoy en este país y el es mi novio y estoy en su casa y estoy viviendo la vida de mis sueños.
Fueron dos semanas muy bonitas, de pasar tiempo en el lago, o jugando pickleball o caminando o andando en bici. De comer mucho y tomar muchas cervezas nuevas.
Y mientras tanto me preguntaba si todo era real, si era posible que en ese momento mi realidad fuera tan buena. Y sí lo era, pero a veces no puedo solo aceptar que todo está bien, tengo esta sensación de que nada puede estar bien para siempre. Pero por el momento, lo está.
Y a veces pienso en mis días de vivir en Guadalajara y haber obtenido un trabajo tan fácilmente y había algo en mi que me decía: no lo tomes, no lo hagas. A pesar de que antes estaba tan emocionada por haberlo obtenido. Y finalmente decir que no y volver a casa y conocer a mi novio 12 días después y luego obtener mi visa y finalmente viajar a verlo.
Wow. El mundo es un lugar mágico.
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