He estado estudiando portugués de nuevo, ok, solo por tres días pero voy avanzando y recordando cosas que ya había olvidado por completo. El caso es que ayer en la noche mientras me estaba quedando dormida recordé que hace ya dos años bajé una aplicación donde podía conversar con gente de Brasil y según yo practicaba unas horas al día, pero nunca se puso serio, aunque traté de tener clases con una chica, pero ella nunca me respondió y en fin...
Anoche estaba pensando que si yo no hubiera estado aprendiendo portugués, no hubiera conocido a mi amiga Bri, o quizá sí la hubiera acabado por conocer, pero no con el mismo entusiasmo que tenía por poder practicar un nuevo idioma.
Sino hubiera conocido a Bri y no nos hubiéramos hecho amigas, no hubiéramos ido un viernes por la noche a bailar a Sayulita y yo no hubiera conocido a C.
Si yo no hubiera conocido a C., no me hubiera enamorado perdidamente durante un mes y no hubiera descubierto lo que era un "buen amor" (según yo).
Sino me hubiera enamorado de C., hubiera llegado a Guadalajara con el corazón intacto, lista para salir a cazar corazones, pero en vez de eso, estaba aún esperanzada y enfocada en mi escritura.
Si C. no me hubiera roto el corazón a media estadía en Guadalajara, no hubiera conocido a mis conquistas, a mi roomie, no me hubiera atrevido a tener una sola cita.
Y como me atreví a tener citas y ninguna funcionó realmente, me decidí a regresar a casa.
Y finalmente, regresando a casa conocí a Taylor y bye, el resto es historia.
Como a veces las cosas más pequeñitas son las que influyen en que nuestra vida cambie, en que demos ese salto que siempre habíamos querido dar, en que digamos "sí".
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