martes, 10 de septiembre de 2024

Lo más cercano a ser mamá

 Hace unos días terminé de leer Modern Love, que es básicamente una compilaciónde ensayos sobre el amor en todos los sentidos y en todas sus formas. Me llamó mucho la atención uno en particular sobre una tía que de repente tiene que hacerse responsable de sus dos sobrinos porque su cuñada muere. Me puse a pensar en que muy probablemente mi sobrina será lo más cercano que esté a ser mamá, y no porque no pueda tener hijos o porque mi pareja no pueda, sino porque fue algo que decidí hace mucho: no quiero tener hijos.
Se me ha cuestionado bastante, se me ha dicho mil y una veces que cuando me haga mayor voy a cambiar de opinión, pero eso hasta ahora no ha pasado y aún viendo a mis amigas convertirse en madres no ha despertado en mí este instinto, estas ganas de querer un bebé, un hijo.

A veces me pregunto cómo es qué supe tan pronto que jamás sería madre. Es quizá porque no quiero repetir los errores que en mi familia se han cometido: no quiero ser una mamá ausente, que pone una barrera. Es quizá porque mi relación con mi mamá es prácticamente inexistente. Es quizá porque fui a terapia y sané muchas partes de mi que necesitaban sanarse. Es quizá porque me siento validada en mi decisión ya que mi novio tampoco quiere tener hijos. Es quizá porque soy egoísta y quiero que esta vida sea solo para mí; trabajar en mí, enfocarme 100% en mí, sin distracciones, sin poner a alguien más arriba de mis sueños, porque aún hay mucho que quiero hacer y tener un hijo no me lo permitiría. Es quizá porque nunca tuve ese instinto de ver a un bebé y pensar "qué hermoso, yo quiero uno". 

Y eso no quiere decir que odie a los niños, al contrario, los amo, me encanta trabajar con ellos. Pero nunca me he sentido tan diferente a ellos, me gusta ser parte de sus bromas, que se sientan cómodos conmigo para contarme cosas, que me vean como a una igual. 
Cuando estoy con mi sobrina a menudo me preguntan si es mi hija porque se parece mucho a mí, a veces la veo y me veo a mí misma también. Obviamente quiero lo mejor para ella: que vaya a las mejores escuelas, que aprenda muchas cosas y que encuentre su pasión.
Mi sobrina me recuerda también porque no quiero tener hijos: porque amo demasiado, e imaginar que algo malo le pase me vuelve loca. En los días que no la veo pienso en ella constantemente, y cuando pasamos tiempo juntas siempre me siento en calma, en paz, como si una parte de mi estuviera por fin completa.

Quizá simplemente era mi destino; que mi sobrina fuera parte de mi vida, para que me enseñara por lo menos en ratos cómo se siente ser mamá. (o algo parecido).

2 comentarios:

Coŋejo pestilente dijo...

¡Ay comagre! de entrada qué bueno que ya escribió algo, ha volvido puesn haha. Fíjese que mi hermano y yo somos de la misma idea que asté, no queremos hijos pero no odiamos a los niños, al contrario, yo les digo "conejitos" en mi blog porque así los veo, como conejitos chiquitos, tanto mi hermano como yo tuvimos una infancia MUY MUY feliz y pos quiero lo mismo para todos ellos, pero tener uno propio como que no, por lo mismo que asté dice de que le pasa algo malo y el que se muere soy yo, pero además porque soy consciente que soy un verdadero PENDEJO, así con mayúsculas y hasta con certificación ISO 9000-9001 y pues yo tener un conejito o conejita sería lo peor para ellos, no nací para ser padre la verdad porque además soy un "niñote" yo mismo, tons no.

Janeth Plazola dijo...

jaja exactamente así me siento yo la mayoría del tiempo como una niñota que ni me puedo gobernar a mí misma, mucho menos a un hijo.