sábado, 20 de diciembre de 2025

correr

 Cuando la gente me pregunta por qué corro, siempre es complicado tratar de encontrar una respuesta. ¿Cómo explicar la sensación?, ¿el sentimiento que me carga de principio a fin? 

Podría decir que corro por agradecimiento a mi cuerpo; porque correr es una fe a ciegas, es confiar en que mi mente y mi cuerpo se alinearán y los kilómetros o el tiempo que me puse como meta al final se harán realidad.

Podría decir que corro para sentirme fuerte, para probame una y otra vez que puedo lograr lo que me propongo, que correr es en cierta forma confiar en mí y en mi palabra, en la promesa que hice meses atrás y se concreta con una carrera, despertando antes del amanecer, corriendo para alcanzar un sueño.

La verdad es que corro sobre todo porque sé que tengo que sanar. Porque pienso en todas las mujeres de mi familia antes que yo, pienso en sus sueños que quedaron sin cumplir, pienso en las metas que jamás pasaron por sus mentes porque tenían obligaciones que no eran de ellas, pero las asumieron de cualquier manera. Pienso en mi abuela que se casó con tan solo 14 años para huir de casa e ir lejos, pienso en mi otra abuela que vivió una vida llena de dolor tanto emocional como físico porque guardaba un rencor grande contra el mundo, pienso en mi tía que soñaba con correr y competir y en cómo su sueño se apagó por el miedo de la familia de que algo le pasara lejos de casa, pienso en mi mamá que cuando tenía 16 años se fue a vivir a Monterrey solo para regresar un mes después, asustada y confundida, pienso en mi sobrina y en el ejemplo que soy para ella, en que quiero que crea en sí misma y en el poder que lleva dentro.

Cuando corro no estoy sola, me acompañan las mujeres de mi familia, me dan fuerza, y yo corro para alcanzar todo lo que ellas no pudieron.

Así que cuando alguien me pregunta por qué corro, es complicado de explicar, es complicado darle sentido a este sentimiento de pertenencia que nunca antes había nacido en mí. Corro por gratitud, corro por ellas y corro por las que vendrán después de mí.



No hay comentarios: