Las palabras que solía tener en mi mente se fueron para no volver. Las historias que imagino a la perfección no son fáciles de contar. No puedo. No quiero. No intento.
¿Quién soy yo?,
¿Quién eres tú?
Me da mucho miedo
pensar que me voy a desvanecer.
No quiero hablar de
esto con nadie, pero tengo mucho, demasiado miedo. Ya no soy la misma de antes,
yo solía ser feliz muy a mi manera, y ahora que lo veo no puedo volver atrás,
ya no estaría satisfecha.
Llegaste y me
hiciste ver cómo todo puede ser mejor y diferente.Tal vez no te des cuenta, pero la Janeth que conociste se fue y dio paso a una nueva. No completamente, pero mi vieja piel ya no me queda, no encajo allí.
Este año ha sido el
más difícil para mí. No sabes cuántas cosas han cambiado, tanto interior como
exteriormente…mi cabeza está hecha un lio y mi cuerpo no sabe lo que pasa.
Ya no me gusta la
misma música que solía escuchar las 24 horas, ya no me gustan las mismas
películas, ya ni siquiera disfruto leyendo los libros que solían ser mis
favoritos. ¿Qué pasa conmigo?, ¿Es acaso
que alguien llegó y tomo posesión de mi cuerpo sin avisar?
Y luego mis sueños
se van a la basura. No quiero culparte, no debo. Las decisiones las tomo yo.
Pero quién diría que terminaría así, siento que mi vida no va a tener el
sentido que debería y me consume la culpa. No hay nada que me guste. Soñaba con
escribir en una revista, el gran sueño de mi vida parece tan lejano ahora.
Ya no me reconozco
en un espejo, mi cuerpo también está cambiando, y aunque suene absurdo siento
que me estoy haciendo más pequeña. ¿Es
posible?
Tú fuiste el
primero. El único. Me entregué por completo a ti, porque te quiero, porque eres en
mi vida lo que más vale, estás en el número 1 dentro de mis prioridades. Fue
perfecto, ¿sabes? No lo hubiera querido de otra manera, jamás.
¿Y ahora?
Yo solía sufrir
mucho, el dolor era como mi medicina, la que me hacía escribir. Tal vez es
completamente patético, pero cuando sufría, cuando el dolor me tomaba en sus
manos yo escribía desde el fondo de mi corazón y las palabras fluían
perfectamente.
Ahora no sé qué
tengo que hacer, no sé por dónde empezar, qué palabras debo decir. Ayúdame.
Muéstrame el camino para llegar a tu corazón de nuevo.
Si te pierdo a ti
me pierdo a mí misma, no sabría qué hacer.
No puedo escribir…
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