El día en que te perdí, fui a florería y me costó demasiado trabajo decidir cuál planta sería la indicada para mí. Verás, al igual que con el amor, soy bastante mala con las flores.
Lo más obvio era un cactus, pensarías, pero eso no implicaría ningún reto, y yo estaba tratando de volverme más responsable, comprometida. Le pregunté a la chica cuáles eran las más difíciles de cuidar. Ella me miró a los ojos por lo que se sintió como una eternidad. "¿Qué te hizo él?" preguntó. Y sentí que en ese momento podría comenzar a llorar en medio de aquel lugar. Así que me fui. Creo que es gracioso, cómo estoy tratando de reemplazarte con algo vivo pero menos problemático. Una planta, un gatito, un poema. Mi madre dice que estoy exagerando y me estoy tratando de convencer de que tiene razón.
Mientras tanto, riego mis plantas una vez a la semana, algunas diario, e intento no pensar en ti.
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