Soy una experta en querer darle un significado a todo, y sino, pregúntenle a cualquiera de mis amigos: me la paso tratando de entender el por qué de las cosas y buscando señales donde no las hay. Pero, entonces, si no hay nada ahí afuera, ¿qué me queda?, ¿pensar simplemente que todo pasa porque sí?
Yo no puedo vivir así.
Necesito sentir que mi vida va hacía algún lugar, que poco a poco la gran película está avanzando y yo estoy evolucionando.
Pero, ¿lo estoy haciendo?
¿Me estoy volviendo más sabia o solo más vieja?
Casi 26, casi a punto de irme y sin dinero, pensando en alguna manera de no pasar las noches sola en casa para no deprimirme, y luego pienso. ¿Dónde quedó la Janeth que el año pasado no podía esperar para irse a Europa?
Se perdió en una relación donde también perdió la confianza en sí misma, la confianza en el sexo opuesto y la confianza en el universo.
Hasta que justo anoche, no podía dormir debido al intenso calor, me di la vuelta en la cama que ahora me parece grandísima y ¡tras!, un sonido que me despertó por completo.
Era el despertador que me había regalado cuando le dije que necesitaba uno porque mi celular ya no servía.
Ni siquiera lo recogí, solo seguí durmiendo, hasta que en la mañana desperté con los rayos del sol para darme cuenta de que el despertador estaba roto.
Roto como rota estoy yo después de haber caído, y esta vez no tuve a nadie para hacer mi caída menos dolorosa.
Duele todos los días,
miro a todos lados tratando de entender y no puedo. Nunca fui suficiente, ¿no es así? y no hace falta un reloj roto para saber que algo no está bien.
Pero lo estará,
sé que lo estará
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