jueves, 10 de septiembre de 2020

Y se siente como si algo faltara

 Sí, sí, lo sé, soy un desastre pero no creo ser la única, y ayer tuve un pequeño meltdown en donde me cuestioné prácticamente todo: quién me apoya realmente, por qué tengo una necesidad tan grande de ser vista, por qué me interesa alguien y a los dos segundos se me pasa, por qué no puedo salir con alguien como una persona normal, por qué no puedo dejar de pensar en lo que no puedo tener, quiénes son realmente mis amigos, cuándo podré sanar del todo a mi niña interna, será que puedo manifestar todo lo que quiero en mi vida.

Ah, muchos cambios este mes, sé que apenas es el 10, pero a finales, todo cambiará: dejaré el trabajo que más seguridad económica me da, y seré, ahora sí, 100% independiente. Qué terror y qué emoción. 
No sé qué hacer, el cambio me llena de nervios las entrañas. Pero es bueno, ¿no?, he descubierto que de verdad puedo hacer mucho con poco. He descubierto que a lo mejor y no necesito demasiado para vivir bien, sino disfrutar día con día lo que voy obteniendo, lo que voy necesitando.
Una vida sin tantas acumulaciones, una vida donde pueda ser solo yo y mi presente.

Siento unas ganas inmensas de irme un fin de semana a algún lugar, estaba viendo airbnb para ver a dónde ir, necesito estar sola, mi cuerpo, mi alma me lo piden. Reflexionar, pensar, decidir. 

Quizá todo este sentimiento en mi cuerpo se debe a que justo hace un año estaba en Canadá, y pues este año claramente no he ido a ningún lado ni creo ir tampoco. 
Algo falta, lo sé, lo sé bien pero no logro descifrar aún qué es. 

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