Un huracán llega y arrasa con todo a su paso y también con la seguridad que había adquirido meses atrás, a veces dejo de ser yo misma para convertirme en versiones de la Janeth que solía ser cuando aún no iba a terapia, cuando mi novio me engañó y cuando el amor se me escapaba de las manos. A veces no podría describirme aunque me pusieran una pistola en la sien. ¿Quién eres y qué quieres? Verdaderamente.
Quiero ser ordenada.
Quiero estudiar guion cinematográfico.
Quiero conseguir un nuevo empleo.
Quiero compartir mi vida al lado de un hombre bueno.
Y pensé, que mientras uno no sabe lo que quiere va por la vida con una venda en los ojos y se deja llevar por la corriente y por más que intentas, te dices "¿qué rayos?"
Y pensé que mientras no te ames y no te respetes y no te pongas límites, nadie llegará a tu vida a amarte y respetarte con límites. No podemos atraer lo que no somos, es como una cadena: primero me amo, y así como me amo amo a los demás, y los demás me aman como yo me amo.
Estoy trabajando en eso.
Creí que lo había logrado. Esto es una lucha constante contra la tormenta, contra todo aquello que aprendimos y se quedó en el inconsciente, las heridas que nuestros padres nos dejaron sin saber, qué difícil y que bendición es estar consciente del daño que podemos causarnos si seguimos pensando así: todo tuvo sentido un día y lo volverá a tener.
Y pensé "no te aferres", lo que es tuyo llegará aún con el viento más fuerte, con la tempestad, lo que es tuyo nadie te lo arrebatará, lo que es tuyo está en tu destino, enfócate en ti.
Está lloviendo otra vez, yo apago la luz y enciendo una vela y le digo gracias Dios, gracias Universo, por darme este cerebro y este corazón que viven en guerra, y gracias por el agua, y gracias por permitirme sentir de esta manera tan torrencial, como una presa siempre a punto de desbordarse. Esta soy yo, ¿me quiero?, sí, me quiero con todo. Soy yo contra las viejas creencias, contra mí misma. El villano de la historia soy yo, quién iba a decirlo.