Siempre me gusta hacer un diario o recuento de cómo me siento antes de que sea mi cumpleaños. Este año tengo mucha ansiedad por una situación que yo misma causé que tiene que ver con dinero. El dinero es algo que últimamente me ha estresado de más. Y ya no quiero que sea así, quiero que la abundancia llegue y se instale en mi vida, pero primero tengo que creerlo realmente.
Este año voy a celebrar trabajando, en mi tienda, en mis clases, en el bar.
Nada es como me hubiera imaginado que sería hace un año, pero no en una mala manera, sino, en una inesperada. Todo cambió por completo y ahora tengo un negocio nuevo que atender y no tanta energía como quisiera. En este punto de mi vida solo quisiera ya descansar. Pero para ser libre, primero hay que esforzarse y sí, trabajar.
Me siento bastante alejada de mí, no lo voy a negar. Lejos están los días en que iba a la playa sola o con mi sobrina y solo pasaba el tiempo conmigo, disfrutando o riendo. Lejos están los días de caminatas en la playa, de escucharme. Siento que estoy viviendo en piloto automático y quisiera parar. Y sé que no voy a poder parar en un tiempo, pero valdrá la pena.
Este año cumplo 29 años.
Y aún me siento como La Niña que escribía este blog con 16. La que soñaba con un amor verdadero y lo encontró. La que soñaba con escribir y aún lo hace, pero de vez en cuando. Janeth de 16 años: hola. Estoy un poco triste y bastante ocupada, pero te prometo que seguiré luchando por nuestros sueños. Voy a participar en un concurso de escritura otra vez y eso me llena de emoción. Te abrazo, me abrazo.
Todo va a estar bien.
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