miércoles, 19 de noviembre de 2025

cambios, cambios, cambios

 He estado pensando mucho sobre los cambios últimamente. 
Y creo que es porque me rehuso a irme de este pequeño pueblo que me vio nacer, y a la vez, hay una fuerza grande que me indica que es tiempo, que a donde sea que vaya voy a volver a echar raices y florecer.
Eso no quiere decir que no tenga miedo, 
al contrario: estoy aterrada.
Porque por primera vez en mi vida siento que mi relación con mi familia está perfecta, estoy feliz con mis papás, estoy bien con mi hermano, amo demasiado a mi sobrina, ¡y tener que irme así!, justo en este momento de felicidad se siente como una traición a algo, no sé a qué, pero a algo.
¿Será a las mujeres que nunca se movieron en mi familia? Quizás.
Me abruma el pensar en el tiempo que me queda con los que más amo y lo mucho que ese tiempo se va a acortar si me mudo. 
Lloré en el camión camino a casa pensando en el paso de los años que aún no llegan. 
Soy nostálgica por naturaleza y los sentimientos los vivo a flor de piel, no puedo evitarlo.

Mi esposo está listo para mudarse, ¿y yo?
¿cuándo estaré lista?
¿Cuándo tendré todo resuelto?
¿Cuánto voy a llorar y cuán contenta me sentiré después?

No sé, 
no sé,
solo el tiempo lo dirá...

1 comentario:

VIRI dijo...

Es curioso que la vida tiende a hacer eso, moverte cuando uno "mas feliz esta", siento que es parte de evolucionar internamente, es como un alcanzaste una meta pero te falta, vamos de nuevo, y entonces debes "volver a empezar" pero para llegar más allá de donde estas.