Luna. Estoy aquí afuera y aunque no te puedo ver, sé que estás ahí. Tu resplandor me lo dice, como también me dice que hoy estás más brillante que nunca. Iluminas todo: aquí abajo nadie puede esconderse de tu luz.
Sé que puedes ver a todos, todo. Sé que alumbras incluso aquello que no quisiera ver.
Luna, no quisiera tener que pedirte nada, pero en esta noche solitaria tengo una petición para ti.
Sé que seguramente muchas personas salen a hablar contigo cada noche, sé que debes estar cansada de nuestras historias, pero ésta es la mía: mi camino está en penumbras, apenas y alcanzo a distinguir mi propia silueta, a veces me espanto y luego me doy cuenta de que lo que estoy escuchando son mis propios pasos.
Luna, necesito que me llenes de tu luz, alumbra mi camino, estoy cansada de caminar en la oscuridad.
Tal vez pido demasiado, tal vez alguien te necesita aún más que yo. Pero consideralo por favor. Haz brillar mi camino de nuevo. Muéstrame que no me estoy equivocando demasiado, o que aún estoy a tiempo de corregir, de dar la vuelta y comenzar de cero.
jueves, 4 de diciembre de 2014
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