sábado, 24 de octubre de 2015

El después

Bueno, pues Patricia no llegó como se esperaba. No tengo nada que decir al respecto, solo que fue una suerte o una bendición o un milagro (como quieran llamarle) el hecho de que no pasara nada. Todo el día estuvo relativamente calmado, muchas personas dejaron el pueblo para irse a ciudad más grandes a refugiarse. Los que nos quedamos aquí, esperábamos lo peor y hoy salimos a ver que todo estaba en absoluto orden.
Tomé fotos ayer y pues, no tengo nada más que mostrar porque todo sigue igual, uno que otro charco por el pueblo y el mar que estuvo con más oleaje que de costumbre, pero eso fue todo.

***

Hoy, finalmente vi a mi mejor amigo, después de varias semanas en las que sentí que a nuestra amistad se la estaba llevando el viento, hoy de nuevo pude ver que el vínculo que nos une es uno muy fuerte. Ya no somos unos niños, y no hablamos de las mismas cosas que solíamos hablar, pero seguimos siendo tan unidos como siempre, y me alegra, me alegra que sepa del montón de cambios que están ocurriendo en mi vida. A veces, siento que es la única voz a la que le hago caso, porque, yo le cuento absolutamente todo, y sé que él es el único que me dirá las cosas como son, incluso si son las que yo no quiero escuchar. Por mucho tiempo pensé que podía ocultarle ciertas cosas, pero después concluí en que era mejor no tener ninguna clase de secreto, porque a fin de cuentas, para eso están los mejores amigos: para contarles todo. Hoy, me alegro de contar con él, como la canción de Bruno Mars dice "You can count on me, like: one, two, three i'll be there..."
Hablamos de nuestros amores, y terminó diciéndome justamente lo que necesitaba escuchar:
-No estoy diciendo que eres una inmadura, pero sé porque le gustas a él: no eres como las demás, no, sigues siendo una niña. Te emocionas por las cosas más simples: mírate, pasa un comercial en la televisión y casi brincas de emoción, te ríes por todo, hacer reír a la gente con el montón de muecas que haces cuando hablas, no te vistes como las demás, no te maquillas como las demás, es que todavía eres una niña.
-¿Eso es malo?
-Solamente es...no es bueno, ni malo, pero me alegra que ya encontraste a alguien que te hace feliz.

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