Aún sigo sintiendo nervios al saber que voy a ver a mi persona especial.
Es esta sensación que no puedo controlar, como si el mundo entero fuera a detenerse en cualquier instante, como si el tiempo pasara más lento de lo normal.
Intento e intento luchar contra estos sentimientos pero me es imposible.
Y quisiera contar todas las aventuras por las que hemos pasado en las últimas semanas, pero esas son solo para nosotros dos. O quién sabe, quizá termine contándolas aquí, pero agregándoles algo de ficción.
Tantas cosas...
Y ahora mismo estoy lista para encontrarme con él, y la sensación de mariposas en el estómago no para.
"Me gusta como siempre haces lo que quieres" me dijo alguna vez; "a ti nada puede detenerte una vez que decides algo."
Y así es.
A veces me pregunto si esto que siento lo decidí yo o fue el destino. Le he dado vueltas y vueltas, y al final casi siempre termino por decirme que seguramente fui yo.
Porque hubo chicos antes que él, pero ninguno me convenció en absoluto.
Pero en cuanto lo vi, supe que ahí estaba lo que tanto quería, lo que me hacía falta.
"¿En qué piensas?, ¿te arrepientes de haberme conocido?" me preguntó el fin de semana pasado, y yo no respondí absolutamente nada, porque no había nada que responder. Quizá hubiera sido correcto decir:
"Eres lo mejor que me ha pasado en lo que llevo con vida."
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