Voy a escribir un libro lleno de palabras
que expresen cuanto te quiero, voy a escribir poesía por las noches, siempre
antes de dormir, y justo antes de quedarme dormida escribiré las palabras “Te
amo” con el último esfuerzo de mis brazos.
No pareces entenderlo aún, no creo que un
día logres entender. Te encerraste en esa torre y lanzaste la llave al viento.
Esta historia está al revés, ¿no debería yo
ser a la que rescatan?, ¿quién soy?, ¿Soy el villano acaso?
No me parece que estés en peligro pero algo
dentro de mí me grita que debo ir a tu encuentro, que debería liberarte de tu
encierro. Así que iré, iré a buscar esa llave y una vez que la encuentre me la
voy a atar al corazón.
No pronunciaré palabra alguna hasta que
estés de nuevo en mis brazos: mis palabras te pertenecen y seguramente las escuchas
al dormir. Se las doy al viento cada día al amanecer, sólo él y tú saben mis
secretos, sólo él es capaz de llevarte mis pensamientos, mis ideas, mis
delirios y mis ilusiones. Pero dime, ¿qué les haces cuando llegan a ti?
¿Eres acaso tú el villano?, ¿acaso las
destruyes, las haces a un lado?
Escribo porque prometí que no hablaría
hasta encontrarte, y cada día una página más se llena con palabras que están
llenas de deseos por volverte a ver.
¿No comprendes aún?, si es que tienes una
manera de salir de donde estás, deberías considerar hacerlo. Todo a mí
alrededor se secó y se convirtió en oscuridad. Las flores que antes me llenaban
de alegría y emoción se han secado, los árboles ya no están para que los abrace
y les cuente acerca de ti, el océano dejó de susurrarme poemas de amor que
venían de todas partes del mundo.
Porque no soy la única. Cada noche, antes
de que partieras, me sentaba a la orilla del océano y comenzaba a cantar, mi
voz se fundía con el sonido de las olas y pronto el mar me respondía: ahí
afuera hay millones de personas que sienten amor, que se sientan y le cuentan
al océano sus historias. Y así pareciera que todos nos unimos en un solo canto:
el canto de los que aman y no son correspondidos.
Voy
a escribirte poesía y pediré a los pájaros que vuelen contra el viento y
te la hagan llegar, pero tengo miedo, ¿qué harás con ella una vez que llegue a
tus manos?, ¿eres acaso el villano de esta historia?
Voy a convertirme en palabras y les pediré
al viento, a las olas, a los pájaros, que imiten mi sonido y que cada día
cuando el sol salga me hagan llegar hasta ti, y si algún día te hago sonreír
sabré que en algún punto de esta historia también me quisiste, que también
pensaste en mí.
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