*3 meses atrás*
Mauricio estaba en casa, utilizando una de esas
aplicaciones de moda para conocer gente y tener citas, cuando empezó a platicar
con un chico en particular. Él le dijo que solo estaría en El Pueblo por un fin
de semana, y si quería tener un encuentro, Mauricio automáticamente respondió
que sí.
Cuando se hizo de noche, salió un rato a caminar, fue a
la playa y tomó una cerveza mientras veía la puesta de sol, de repente se puso
emocional porque comenzó a pensar en su vida: 23 años, viviendo solo,
escuchando las mismas historias casi siempre, trabajando y llenando vacíos
emocionales con alcohol, ¿cuándo acabaría aquello?, ¿cuándo conocería a alguien
que realmente lo hiciera feliz?
Pensó en sus amigos, en cómo tenerlos en su vida era casi
un milagro, ya que había perdido a la mayoría de sus seres queridos. Su mamá se
había ido cuando él era aún bastante pequeño, su papá había muerto no hace
tanto tiempo, y era miembro de una familia donde sabía a la perfección que no
encajaba. ¿Qué quedaba?, su familia incondicional: Tefi, Morgan, Paul.
De repente, un chico su puso frente a él, sacándolo de
sus cavilaciones.
-¿Mauricio? –le preguntó y él asintió con la cabeza
mientras comenzaba a caminar hacia el lado más oscuro y alejado de la playa.
*
Paul había salido de trabajar, así que llamó a Mauricio
un viernes por la noche.
-¿Quieres salir?
-¿A dónde?
-A donde quieras.
-Ok, te veo en mi casa en 10 min.
Cuando Paul llegó, Mauricio ya estaba esperándolo con una
bolsa en mano, una bolsa especial. Casi no había podido dormir debido a que
había pasado la mayor parte de la noche en el apartamento de un chico, además
había perdido la cuenta de cuántos shots de tequila había bebido, por lo que
aún se sentía bastante mal.
-¿Cómo estás? –le preguntó Paul cuando abrió la puerta,
pero Mauricio no contestó, solo se subió al coche y puso música en el estéreo.
-¿A dónde vamos?
-No me dijiste a dónde quieres ir.
-¿No puedes elegir algo por una vez en tu vida?
–respondió casi gritando. A veces de verdad se desesperaba con la falta de
iniciativa de Paul, pero por lo visto, su amigo ahora ya sabía perfectamente a
dónde ir, porque arrancó el carro y dio una vuelta a una velocidad poco segura.
-¿qué estás haciendo?, vas a chocar.
Paul solamente suspiró, tomó su teléfono y le llamó a
Kenan, esperaba que integrándolo al grupo, las cosas cambiaran un poco.
*1 mes antes*
-Tefi, ¿Qué harías si te dijera que embaracé a alguien?
-Me reiría bastante –luego se puso seria –no lo hiciste,
¿verdad? –Mauricio se río, luego tomó una silla y se sentó. Estaban en
un pequeño restaurante al que siempre iban a desayunar o comer, dependiendo de
la hora. -¿Sabes algo de Paul?, ya no lo he visto.
-Pues lo rechazaste porque te vas a ir a vivir a Europa
con un chico que apenas conociste, claro que no lo has visto.
Tefi sonrío forzosamente. Luego ambos ordenaron.
-En realidad, no sabemos nada de tu novio, ¿cuándo lo vas
a traer para que salga con nosotros?
-No es mi novio –respondió casi automáticamente Tefi,
Mauricio volteó los ojos. -¿Qué?, ya sé que piensas que es una estupidez, pero
necesito irme.
-¿Y no puedes hacerlo después?, ¿o tú sola?, tienes que
ser a fuerzas con un hombre, ¿no?, quieres que todos vean que no te vas a
quedar sola, que finalmente triunfaste. –Se miraron por un lago rato, el mesero
les dejó su comida y no dijo nada al ver que el ambiente estaba algo tenso -¿A
qué precio te estás yendo? –continúo Mauricio cuando comenzó a comer –vas a
dejar a tu familia, amigos, trabajo.
-Siempre puedo volver.
-Ese es el problema –finalizó –que siempre tienes una red
en la que caer y por eso sientes que no saldrás lastimada, pero, ¿has pensado
en el daño que le haces a los demás?
*
Paul y Kenan fueron a recoger a Mauricio a su trabajo, ya
casi iba a anochecer y estaban planeando qué harían después.
-Creo que está muy mal –comentó Paul.
-¿Cómo?
-No ha dejado de salir, se emborracha todos los días, y
siempre está saliendo con chicos diferentes.
-Su mejor amiga se acaba de ir, también su mejor amigo se
fue hace poco, ¿Qué más puede hacer?
-Estamos nosotros … -Pero ya no pudieron seguir la
conversación porque Mauricio entró al carro y los saludó moviendo la cabeza.
-¿A dónde vamos? –dijo, y les enseñó la bolsa que siempre
cargaba donde tenía un montón de pastilas. –Paul y Kenan se miraron por
solamente un mini segundo.
-¿No quieres algo más tranquilo? –Le preguntó Paul, casi
esperando una respuesta sarcástica.
-Si ustedes no quieren está bien –y dicho esto, tomo una
pastilla y se metió a la boca, pasándosela de una.
Paul arrancó el coche y todos empezaron a cantar una
canción de moda. Mauricio vio que su celular estaba sonando, era Tefi, que por
primera vez le llamaba mientras estaba disponible. Kenan también se dio cuenta
de quién le estaba llamando.
-¿Vas a contestarle? –pero Mauricio solamente
deslizó el dedo por la pantalla, luego sonrió mientras se metía otra pastilla.
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