Esperar es una clase diferente de demonio:
hará que te sientas hueco,
te enloquecerá,
te dejará sin respiración;
como una cáscara vacía que anhela afecto.
Llevarás las manos a tus bolsillos
ofreciendo su contenido hasta que no tengas nada que dar.
Incluso entonces,
vas a ofrecer tu propia carne mientras suspiras
"tomala, no la necesito, a fin de cuentas es tuya".
jueves, 11 de octubre de 2018
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