lunes, 15 de octubre de 2018

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Tengo que ir a Finlandia y cerrar un ciclo en mi corazón.
Callarle la boca al monstruo de los recuerdos que me atormenta con el “qué pudo haber sido”. 

Tengo un torpe corazón que se enamora en una noche 
y unos pies que no saben estar quietos y saldrían corriendo en busca de unos ojos oscuros y palabras que se olvidan con el viento de una noche de enero.



Tengo un recuerdo atorado en estas manos y no he logrado sacarlo
por
      más
                 que
                         
escribo. 

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