Callarle la boca al monstruo de los recuerdos que me atormenta con el “qué pudo haber sido”.
Tengo un torpe corazón que se enamora en una noche
y unos pies que no saben estar quietos y saldrían corriendo en busca de unos ojos oscuros y palabras que se olvidan con el viento de una noche de enero.
Tengo un recuerdo atorado en estas manos y no he logrado sacarlo
por
más
que
escribo.
más
que
escribo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario