martes, 5 de noviembre de 2019

a un día...

Son las pequeñas cosas de la vida las que hacen que todo valga la pena: mientras estoy a punto de quedarme dormida comienzo a recordarnos en un restaurante, pone su mano sobre la mesa y comienza a mover los dedos en mi dirección, me río como una niña, él dice "hola", y abraza dos de sus dedos con dos de los míos, "así es cómo nos abrazamos porque no tenemos brazos", dice, y río aún más fuertemente.
Lo veo sonriéndome como si fuera lo más normal del mundo mientras caminamos tomados de la mano.
Le digo, "¿puedes cargarme como un bebé?" y me dice "ven aquí", pero corro lejos de él solo para después correr de vuelta y lanzarme a sus brazos.
Me abraza durante el concierto de mi vida y no se queja ni un momento a pesar de que permanecemos parados como por 6 horas.
Nos decimos "parece que nos conociéramos de mucho antes" y tratamos de dormir en un autobús que nos lleva más cerca de casa.
Y no me dice adiós, me dice hasta pronto.

Pero hoy, hoy lo extraño tanto y cierro los ojos para sentir que estoy a su lado de nuevo
y mañana me despierto para tomar un vuelo y dormir de nuevo en sus brazos.



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