Según mis planes, para estas fechas yo debería estar alistándome para irme a GDL a estudiar guión durante un mes, pero bueno, eso se canceló. También quería viajar a otro país por ahí de septiembre pero ya no pasará.
Pero bueno, no todo es completamente malo, la cuarentena me trajo una sensación que no tenía desde hace mucho: libertad absoluta, me volví a sentir como cuando iba a la escuela y ¡finalmente!, tenía vacaciones largas. Volví a cocinar, a hacer postres: comí muchísimo hasta que me ganó la culpa y siguieron semanas de hacer ejercicio sin parar. Y ahora, estoy tratando de encontrar un balance entre mi libertad y mi trabajo.
Lo bueno de este tiempo también fue que retomé mi amor por la lectura, he estado leyendo bastante, ya voy a terminar mi segundo libro en 1 mes.
Y ahora que las cosas se vuelven un poco más normales, me pondré una lista de cosas que hacer en lo que resta del año.
- Leer 3 libros (o más).
- Asistir a un taller de escritura.
- Trabajar en mis habilidades como psicoterapeuta.
- Mejorar en la jarana y el canto.
- Relajarme los fines de semana.
Quién sabe qué vaya a pasar en el resto del año, lo que sé es que quiero seguir viendo el lado positivo. Y si alguien me lee y quiere recomendarme un libro, por favor déjeme un comentario.
2 comentarios:
Tengo la Catedral del Mar de Ildefonso Falcones en mi escritorio, no me atrevo a quitarlo de ahí desde que lo leí hace dos años, la trama es tan intensa. No hay nada de relleno, la amiga que me lo recomendo me contó que había capítulos tan intrigantes que mejor lo cerraba y no volvía abrirlo por meses. Te lo recomiendo mucho, no es un libro incómodo para nada ni mucho menos grotesco, pero las aventuras del personaje me dejaban a menudo en shock y muy emocionado.
el de "Quíubole con..." de Adal Ramones
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