martes, 15 de noviembre de 2022

No he escrito en demasiado tiempo

 Y mi teclado ya tiene telarañas, en serio. Pienso y busco en mi mente por alguna pizca de creatividad, alguna historia aún por ser contada, y nada, nada aparece. El interior de mi cabeza es tan solo un espacio en blanco donde ya nada decora las paredes, y no hay música, no visitantes, tan solo yo buscando sin encontrar.

No he escrito en tanto tiempo que incluso las palabras logran espacarse de mi mente, salen corriendo y no logro atraparlas.

Hay un vacío que no se llena, donde antes había arte y palabras ahora solo quedan rastros, memorias de un tiempo cuando el tiempo sobrba y las musas venían a mi danzando, felices de ser abrazadas por mis dedos, felices de ser plasmadas en algo que sobreviviría para la eternidad.

Pero ya no hay nada. 

Quizá fue el tiempo quién se aburrió de esperarme. Quizá las manos se me cansaron demasiado de solo estar ocupadas en otros asuntos. ¿Cómo podría el arte sobrevivir en una mente en constante ajetreo? 

No he escrito porque no he querido. Porque las palabras ya no venían a mí como antes, quizá ofendidas porque en vez de pasar tiempo con ellas, pasaba mi tiempo en cosas sin sentido, entretenida en una pantalla que no me ofrecia más que basura.

Adiós, pues, porque ahora tendré que descansar, darle tiempo al miedo, para que se vaya despacio a su cueva donde duerme tranquilamente una vez que vuelvo a enfrentarme a una hoja en blanco, darle tiempo a la pereza para que se vaya a relajar un rato. 

Hasta entonces. 

lunes, 14 de noviembre de 2022

Ser mujer

 Tengo un negocio nuevo desde hace unas semanas, un negocio donde 99% de los clientes son hombres, y por lo tanto, no me toman en serio. Y lo contrario pasa con mi novio, porque mi novio es hombre y a los hombres los toman en serio sin importar que no tengan idea de lo que estén haciendo. Y es una mierda, la verdad, porque yo también sé del tema, y yo también soy parte del negocio, pero se los juro, es como si fuera invisible, o no sé si invisible pero es como si por mi apariencia solo piensan: Ah, es una chica que trabaja aquí, ve traime una cerveza, ve y checa que todo esté bien, dame la cuenta, ok, bye. 

Sé que no soy una persona sociable, lo sé muy bien, o al menos me cuesta mucho trabajo serlo al principio. Mi novio es lo contrario, siento que él podría tener una conversación con una planta y la planta estaría encantada. 

Pero bueno, el punto de escribir esto es una queja, sí, una queja, porque estoy cansada de no ser tomada en serio simplemente por:

1) Ser mujer

2) Verme menor a mi edad

¿Tengo que ponerme una etiqueta que diga "YA tengo 29 años"? Quizá. Incluso hoy, me quedé en casa porque el pensar en ir a jugar pickleball con SOLAMENTE hombres no me emociona, porque también, en los deportes, me subestiman, no me toman en serio, y esperan que juegue mal. Entonces, ni hablar. Y es que de verdad no soy una de esas mujeres qe se quejan de la desigualdad todo el tiempo, pero desde hace dos semanas, no lo aguanto: los hombres saludan a mi novio, le dan la mano, y a mí: apenas un saludo, un ba-bay. 

Quizá solo son las hormonas hablando, y es que tengo una espinilla del tamaño del mundo en la cara y no tengo ganas de salir a ningún lado, porque si de por sí soy juzgada, ahora más. En fin, quizá llegue el día en que esto no pase más, quién sabe, aquí estaré esperando sentada, con un pimple patch en la cara y un coraje que seguramente se me pasará un rato y luego volverá.

Chau.

martes, 8 de noviembre de 2022

A 1 día de mi cumpleaños

 Siempre me gusta hacer un diario o recuento de cómo me siento antes de que sea mi cumpleaños. Este año tengo mucha ansiedad por una situación que yo misma causé que tiene que ver con dinero. El dinero es algo que últimamente me ha estresado de más. Y ya no quiero que sea así, quiero que la abundancia llegue y se instale en mi vida, pero primero tengo que creerlo realmente. 

Este año voy a celebrar trabajando, en mi tienda, en mis clases, en el bar. 

Nada es como me hubiera imaginado que sería hace un año, pero no en una mala manera, sino, en una inesperada. Todo cambió por completo y ahora tengo un negocio nuevo que atender y no tanta energía como quisiera. En este punto de mi vida solo quisiera ya descansar. Pero para ser libre, primero hay que esforzarse y sí, trabajar. 

Me siento bastante alejada de mí, no lo voy a negar. Lejos están los días en que iba a la playa sola o con mi sobrina y solo pasaba el tiempo conmigo, disfrutando o riendo. Lejos están los días de caminatas en la playa, de escucharme. Siento que estoy viviendo en piloto automático y quisiera parar. Y sé que no voy a poder parar en un tiempo, pero valdrá la pena. 

Este año cumplo 29 años. 

Y aún me siento como La Niña que escribía este blog con 16. La que soñaba con un amor verdadero y lo encontró. La que soñaba con escribir y aún lo hace, pero de vez en cuando. Janeth de 16 años: hola. Estoy un poco triste y bastante ocupada, pero te prometo que seguiré luchando por nuestros sueños. Voy a participar en un concurso de escritura otra vez y eso me llena de emoción. Te abrazo, me abrazo. 

Todo va a estar bien.