lunes, 30 de octubre de 2023

Mindy se enamora, otra vez

I

Cuando Mindy cumplió 21 años y estaba de vacaciones, la invitaron a dar unos cursos de poesía a niños, al principio estaba un poco exceptica, pero después de pensarlo un rato decidió que no tenía nada que perder.
Los cursos eran en una escuela privada a donde asistían un millón de niños (o eso parecía), así que Mindy estaba un poco nerviosa y un poco lista para que el curso terminara (2 semanas).

En el primer día estaba esperando en una banca afuera del aula, falataban 10 minutos para comenzar, estaba viendo su celular y cuando alzó la vista; lo vió.

No sabía cómo se llamaba pero sabía que lo había visto antes, y sabía que le parecía el adolescente más guapo en la faz de la tierra. Mindy apenas había cumplido 21 años, pero sabía con todo su ser que aquel chico era sin dudas menor que ella. Él la miró entoces, y ambos sonrieron. 

En el camino de vuelta a casa Mindy abrió facebook y usó todas sus tácticas de stalker para encontrarlo: su nombre era Xeon, y aunque su facebook no decía su edad, ella sospechaba que tendría entre 17-18 años. Estaba también dando un curso, así que no podía ser tan joven, así que se sintió aliviada. Le envió una solicitud de amistad que él aceptó casi instantáneamente y así empezaron a hablar.

Al día siguiente se vieron en la escuela y habían quedado de salir después a la playa. Mindy se sentía como una adolescente flotando en una nube de emoción y enamoramiento. No entendía por qué, pero aquel chico la hacía sentir de una manera especial, cómo si todo fuera posible de nuevo. Salieron una, dos, tres veces, prácticamente no se separaron durante las dos semanas de los cursos.

Cuando Mindy confesó tener 21 años y no 17, como él, Xeon se sorprendió bastante pero no dijo nada, lo procesó en silencio, y después, cuando ambos estaban en sus casas, él le mandó un mensaje que decía "no sé cómo me siento respecto a tu edad, no sé si puedo estar con alguien mayor que yo" Mindy sintió que el corazón se le rompía y lloró desconsolada. Pronto tendría que volver a la escuela, y sabía que no tendría tiempo de salir, ni de ver a Xeon, y quizá él ni siquiera quería verla más.

II

Cuando Mindy cumplió 22 años celebró al lado de Xeon en una casa que él había rentado exclusivamente para ellos. Con un pastel y nadando en una alberca gigante. Mindy se sentía la chica más afortunada del mundo. Todo el mundo sabía que ella y Xeon estaban juntos, pero lo que no sabían, es que él jamás se comprometía totalmente con ella: un día era todo amor y al siguiente, él se llenaba de dudas y le decía que no podía más. Mindy estaba entre la espada y la pared, porque sabía que ya era demasiado tarde, ya estaba enamoradísima de él y si dejaba de verlo su mundo se derrumbaría. 

A pesar de que los amigos de Mindy le decían que lo mejor era dejar aquella "relación" donde no estaba segura de nada, ella se resistía con todas sus fuerzas.
"Pero, ¿qué le ves? si es un niño", decían todos. Y ella no podía contestar, solo sabía que la hacía sentir de una manera en específico y no quería dejar de sentirse así.
Escribió tantos poemas, todos dedicados a él.

Soy el incendio del que no vas a poder escapar,
y es estúpido de mi parte creer que tal vez podrías intentar apagarme,
calmarme,
que con tu amor me salvarías de las llamas.
Estoy ardiendo,
me estoy muriendo lentamente sin respuestas
y tú no haces nada.
Estoy acostumbrada,
los hombres me usan y luego se aburren,
está bien...eres joven y ella lo es también,
no espero que vengas a mí antes de ir con ella,
¡qué inteligente eres!
Nunca,
jamás,
nunca, nunca, nunca,
pienses que puedo ser  una de las chicas que acechan a tu corazón,
de esas que no te dejan pensar con claridad,
míralas: están por todas partes,
y yo,
yo soy un incendio que acabaría con todo lo que eres.
Quizá ya pasó,
quizá ahora mismo estás atado a mí sin darte cuenta.
Esta es mi primera advertencia.
No esperes más:
corre,
huye,
escapa.
Lo sé,
lo entiendo:
eres joven y no podrías amarme, eres joven y un incendio de mi magnitud te convertiría en cenizas, eres joven y yo ya no.
Mindy llenó libretas participó en varios eventos de poesía, donde le decía a todo el mundo lo mucho que quería a Xeon, y lo poco que él la tomaba en cuenta. 

Hasta que Mindy llegó a la conclusión, después de varios años más, de un montón de lágrimas, llamadas y mensajes, de que Xeon solo estaba enamorado de la idea de que alguien lo quisiera con todo su ser. Pero a cambio, él no daba nada. Todos los gestos que tuvo hacía ella eran solo gestos para mantenerla a su lado, queriéndolo, adorándolo y a la primera señal de que él también estaba teniendo sentimientos por ella, corría a toda velocidad. 

Recordaré tu pequeño cuarto,
sentirte,
la luz que entraba por la ventana,
tus discos,
tus libros,
nuestros desayunos,
nuestros atardeceres,
nuestras noches,
nuestros cuerpos el uno contra el otro,
durmiendo,
las pequeñas corrientes de aire,
inmediatas y para siempre.
Tu pierna,
mi pierna,
tu brazo,
mi brazo,
tu sonrisa
y tu calidez que me hizo reír de nuevo.

martes, 24 de octubre de 2023

Mamá y Mindy

 Mindy tiene un secreto que jamás le ha dicho a nadie, y solo pensar en confesarlo la hace ponerse nerviosa. 
Y es que cuando tenía apenas 17 años y sin querer, vió mensajes  en el celular de su mamá que la dejaron helada: era de un número desconocido, un número sin registrar, que decían cosas como: te extraño, te quiero... cosas que su inconsciente no quiere que recuerde, pero a veces se le escapan.
Mindy trató de decirse que eso era un error, que su mamá no podía ser de la clase de personas que son infieles, sobre todo cuando su papá estaba siempre alrededor, ¿cómo se las arreglaba para mandarle mensajes a este tipo?, ¿cómo podía verlo cuando siempre estaba trabajando o en casa?

Un día Mindy se armó de valor y tomó el celular sin que nadie la viera, guardó el número de teléfono en su celular y luego se encerró en su cuarto. Todo su cuerpo estaba emocionado y nervioso a la vez, ¿qué haría?, ¿qué podía hacer para que esa persona desapareciera de su vida?, ¿acaso se atrevería a mandarle un mensaje?, ¿a llamarlo?, y aunque lo hiciera, ¿qué le diría?
"Deja a mi mamá en paz"
"No le vuelvas a hablar a mi mamá"
"Estás destruyendo a mi familia"
Aunque sabía que en la superficie en su familia todo estaba bien, su papá parecía feliz. En la mente de Mindy, los únicos que podían ser infieles eran los hombres, ¿cómo pudo su mamá romper esta regla tan preciada?

Los días pasaron y Mindy nunca mandó ningún mensaje ni hizo ninguna llamada, quería contarle a alguien su secreto, pero no se animaba, pensaba que una vez que lo dijera se volvería realidad y ya nada podía detener el fin de su familia.
Así que trató de olvidar.
Pero cada que veía a su mamá contestar un mensaje y luego meterse rápido el celular a la bolsa, sabía que algo no estaba bien, y sentía un nudo en la garganta al no poder hacer nada.
También pensó en decirle algo a su mamá, pero, ¿qué podía decir? "Sé tu secreto", "por favor basta"

Cuando Mindy cumplió 21 años finalmente salió de casa y se fue a vivir con una amiga. Se sintió aliviada, ya no tenía que aguantar la respiración y esperar a que la bomba estallara, y si estallaba ya no era su problema. Poco a poco aquel asunto con su mamá fue quedando más y más en el fondo de su mente, hasta que lo olvidó, o al menos pensó que ya había terminado.

Pero un día, en la fiesta de navidad, mientras todos se daban abrazos e intercambiaban regalos Mindy no pudo evitar mirar de nuevo el celular de su mamá, que estaba encendido porque un mensaje había llegado. Mindy disimuladamente caminó hasta él y con una mirada pudo leer "Te amo", era de un número desconocido, un número sin registrar.
Mindy miró a todos lados, pero nadie más se dió cuenta y el celular se puso en negro. 
"No, otra vez no" pensó. Pero ya era demasiado tarde, de nuevo su mente iba a mil por hora, así que agarró sus cosas y dijo adiós. Y mientras caminaba a su casa, no podía dejar de pensar en cómo decirle a alguien, en cómo armarse de valor, pero en el fondo supo que no podía, aún no.

sábado, 21 de octubre de 2023

Mindy parte 1

 Esta es una historia sobre el control.

Cuando Mindy cumplió 17 años, un día decidió que quería tener novio, más que nada porque estaba aburrida y veía como todo el mundo estaba enamorado, y ella también quería estarlo, quería el amor más que nada en el mundo, así que con ayuda de dos de sus mejores amigas arregló una "cita".
Sus amigas le dijeron que esperara a la salida de la prepa porque el chico estaría ahí, y juntos se irían caminando hasta casa de Mindy y así tendrían tiempo para platicar y conocerse.
Pero Mindy no sabía cómo hablar con chicos, no sabía que decir y estaba tan nerviosa que practicamente no dijo nada en todo el camino, pero aún así supo que ese chico se convertiría en su novio, porque era encantador y porque sabía hablar y escuchar lo poco que ella tenía que decir.
Así, Mindy tuvo finalmente su primer novio con 17 años.
Y se sintió aliviada, porque en el fondo se su mente había un guión que debía de seguir: sus papás habían empezado su relación cuando su mamá tenía 17 años y se habían casado al año siguiente, y ella, aunque inconscientemente, quería repetir la historia.

Pero al año siguiente en vez de recibir un anillo de compromiso como había soñado por meses, recibió la noticia de que su novio ya no quería estar con ella. 

Lloró como Magdalena, y pensó que el mundo había dejado de girar, pensó que jamás se recuperaría de un amor tan grande cómo aquel, y sobre todo, pensó que era una fracasada porque no repetiría la historia de amor de su madre. 
Así que Mindy volvió a verse más con sus amigas,  que poco a poco la ayudaron a darse cuenta de que aquel chico no era el indicado como ella creía con fervor, ¡ni siquiera tenían nada en común! Y su voz volvió a ella poco a poco, y se sentía más cómoda hablando con el sexo opuesto, más cómoda saliendo de fiestas y disfrutando. Su idea del amor seguía estando ahí, en el fondo de su mente, pero estaba domada, esperando el momento indicado para volver a salir de la oscuridad.

Hasta que un día caminando por la universidad vio a su ex novio con una nueva chica. AY, pensó, ¿CÓMO PUDO OLVIDARSE DE MI TAN RÁPIDO?, y trató de mantener el control porque estaba rodeada de gente pero no pudo hacer otra cosa más que caminar rapidísimo a la biblioteca y encerrarse en un baño a llorar. ¿Cómo pudo ser tan tonta?, obviamente aún estaba dolida y aún quería casarse y ser feliz, y ¿cómo lo iba a lograr sin tener novio?, y ahora su ex ya no era una opción, quizá en el fondo se había hecho a la idea de que un día regresarían, y ahora esa posibilidad ya no existía.

Lloró por días, desconsoladamente y no salió de su cuarto ni habló con nadie. Mindy se sentía fuera de control,  así hizo lo único que se le ocurrió para sentirse mejor: dejar de comer, y lo poco que comía lo vomitaba. 
A veces le mandaba mensajes a su ex y después de arrepentía, se iba a la alacena y se devoraba una bolsa de papitas que después iba a al baño a vomitar. 
No sabía por qué pero eso la hacía sentir mucho mejor, se sentía en paz al tener una parte de su vida bajo control.
Poco a poco los demás comenzaron a notar que algo no estaba bien con ella, y se preocuparon pero nadie sabia cómo ayudarla, ¿qué podían hacer?, ¿qué podrían decirle para que se sintiera mejor?, ¿cómo apoyas a alguien que no quiere recibir ayuda?
Mientras tanto Mindy se sentía más y más aislada del mundo. Más sola con su dolor, y sin ganas de hacer nada, ya no quería ir a la escuela, ya no podía comer ni aunque quisiera porque su cuerpo no lo aceptaba. Se sentía como dentro de un pozo sin salida.

Y aunque quizá muchos piensen que el final de esta historia es que Mindy encuentre otro amor, la verdad es que no fue así, sino todo lo contrario:
Mindy fue al hospital muchas veces, acompañada de sus papás que esperaban en silencio con ella, solo para darse cuenta de que su problema con la comida no era físico, sino psicológico. Y así fue como el camino hacía la recuperación empezó, con terapia. Y aunque no fue fácil encontrar a una psicologa que la convenciera y la ayudara, el proceso valió la pena porque descubrió que muchos de los sentimientos que estaba teniendo ni siquiera le pertenecían, sino que estaban ahí porque su mamá no había podido procesarlos antes. Estaba atrapada en una historia donde ella no era la protagonista, y se dió cuenta de que si quería volver a tener el control de su vida, debía dejar ir muchas cosas, soltar las riendas y dejar que el mundo la sorprendiera, en lugar de pensar que sino encontraba a un hombre en las próximas 24 horas estaría condenada.

Mindy cumplió 21 años toltalmente recuperada de su anorexia y bulimia, comprendió que el amor le llegaría cuando fuera el momento y que no tenía que apresurarse ni buscarlo en todas partes, y mucho menos aceptar a cualquier chico en su vida solo por estar aburrida.

To be continued...

martes, 17 de octubre de 2023

Casi pisando los 30s

 Estoy a menos de un mes de mi cumpleaños número 30. 
Pensar que hace 10 años estaba cumpliendo 20 y sintiéndo que ya me estaba haciendo vieja me parece un chiste.
Pero hoy, justo estaba cenando con amigos y les pregunté: ¿de qué edad se siente tu alma?
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Y yo no me pude parar de reír, porque de verdad mi alma se siente como de 19. O quizá solo es mi miedo a hacerme vieja, o quizá es porque no he cambiado mucho en los últimos 10 años.

Hace 10 años escribía:

Recientemente estaba platicando con un amigo de la infancia que me dijo; "Yo no pensé que tu vida fuera a ser más difícil y complicada que la mía, te veía tan segura de lo que querías hacer: tenías un plan tan elaborado que no me sorprendería saber que incluso planeaste qué ropa ibas a usar por los siguientes 20 años, ¿qué pasó?".
Y eso es lo que precisamente me pregunto yo cada mañana, ¿qué pasó?, ¿dónde quedaron mis sueños de volverme una escritora?

Y aquí es donde digo... ¿Y ahora qué?
Bueno, Janeth del pasado, te diré qué pasó en los últimos 10 años:
Te enamoraste un buen de veces, pero en una ocasión duroó bastante, y de un chico 4 años menor que tú, luego tuviste un novio terrible, y luego te enamoraste más veces de gente que jamás se quedaba. Hasta que llegó Taylor y ¡bum! ahora vives con él y literalmente acaban de empezar otro negocio juntos. 
No te volviste escritora pero mira: tienes un blog de más de 10 años de antigüedad y para mí eso es suficiente, puedo volver al pasado cada vez que tengo ganas. Ganaste algunas becas por escribir y viajaste a varios lugares donde conociste a poetas, y te diste cuenta de que tú no eres poeta, pero estás bien con eso. Luego, una idea surgió en el momento más triste de tu vida y decidiste que querías hacer un guión, y fuiste a la escuela en guadalajara y aprendiste a ser guionista. 
Acabaste la escuela y solo fuiste psicóloga por 1 año y luego abriste tu propio consultorio donde diste clases por ¡6 años!, abriste una Thrift shop, luego un bar y ahora una Thrift más, estás bastante ocupada pero lo suficientemente libre también. 
Tu familia está bien, tu abuela Alicia falleció y fuiste a terapia muchos años donde descubriste un montón de cosas y te hizo ser esta persona que hoy eres. Tu hermano tuvo una bebé hermosa que amas con todo el corazón, tus papás tienen salud y aún tienes a tus dos abuelos, aprovéchalos más. 
Has viajado por el mundo, y aprendido un montón, y has ido a lugares que solo te imaginabas en tus sueños. 
Tú hiciste todo esto realidad, así que cuando mires atrás quiero que veas a una mujer exitosa que ha forjado un camino con mucho trabajo, mucho esfuerzo y mucho amor propio. 
Ahora, ¿qué sigue? 
 

jueves, 5 de octubre de 2023

Voy desvelada

 A las 2 de la mañana la fiesta seguía 
mientras yo me iba a casa, sola. 
La música de banda retumbaba a mis espaldas
los restos de la fiesta en la calle:
basura por doquier, botes de cerveza, bolsas vacías.
A las 2 de la mañana llegué a casa 
y mi novio esperaba dormido en la cama 
con los brazos abiertos, como una invitación. 
Entro al mundo de los sueños y no quiero salir. 
Puse la alarma a las 7am 
Una
Dos 
Tres veces la apagué hasta que se hicieron las 9. 
Salí de la cama y me vi en el espejo:
“Ah, mira esta cara que he visto cambiar durante toda mi vida”,
“Ah, cuándo será que se me notarán los años, cuándo me saldrá una arruga y cuánto lloraré al sentirme vieja”
“Ah, pero no tengas estos pensamientos a esta hora y sin haber dormido lo suficiente, déjalo para otro día”
Me visto, me peino como puedo y salgo a la realidad. 
Voy desvelada al trabajo,
me compro un café lo menos cargado posible. 
Se hacen las 10am y un nuevo día, una nueva vida comienza, otra vez. 

Yo


miércoles, 4 de octubre de 2023

Samy

 Samy es una niña pequeña, amorosa y mimada que vive en el cuerpo de Samantha. Samy creció en la ciudad al lado de sus padres y sus dos hermanos mayores, fue el piloncito de la familia y por lo tanto, la más consentida por todos. Samy creció rodeada de amor por todos lados: sus hermanos la adoraban y la llevaban con ellos a todos lados, le compraban regalos y le decían cuánto la querían.
Sus papás siempre la apoyaban en todo y Samy sabía que podía hacer cualquier cosa en el mundo gracias a ellos.
Samy vió cómo el amor de sus padres llenaba la casa en donde vivían; a veces, incluso se comportaban como adolescentes enamorados y eso le causaba nauseas, pero a la vez una felicidad inmensa. 
Por supuesto, el papá de Samy le dijo una y otra vez lo mucho que ella valía, y que jamás debía conformarse con un hombre que no la valorara lo suficiente. Samy vivía encantada en los brazos amorosos de su padre, sintiéndo cómo debía ser el amor verdadero, agradeciendo por tener una familia como la suya.

Hasta que pasó. Porque siempre tiene que pasar, ya que la vida no puede ser perfecta, sino, ¿qué chiste tendría?

El papá de Samy se enfermó de repente, así, de la nada y estaba internado en el hospital, y ningún doctor podía decirles con certeza qué es lo qué estaba pasando. La familia lloraba desesperada, querían encontrar lo que sea, una cura, o incluso esperanza de que se salvaría. Pero los días pasaron y él se ponía cada vez más y más enfermo. Samy no podía soportarlo, apenas estaba entrando a la adolescencia y sentía una desesperación en el pecho que no la dejaba dormir: ¿qué haría si su papá no estaba para decirle cómo vivir la vida y cómo enfrentar los retos del amor?, ¿quién la aconsejaría?, ¿de quién recibiría tanto amor?

Samy perdió a su papá un día triste y oscuro. 
Y se encerró en su cuarto de donde no salió durante un mes entero, sobreviviendo solamente de la comida que a veces su mamá la obligaba a comer. No respondió mensajes ni llamadas, no quería saber nada del mundo exterior. Su mamá estaba igual o peor que ella, ambas, se tiraron en la tristeza y no salieron de ahí por mucho, mucho tiempo.

Entonces Samy quedó muy al fondo de Samantha, como una voz que le recordaba lo mucho que valía la pena seguir, lo mucho que deseaba encontrar el amor, lo mucho que quería sanar aún cuando su papá no estuviera. Pero Samantha aprendió a ignorarla, y así, se fue a vivir lejos de la ciudad, a un pequeño pueblito costero donde encontró una comunidad que la hacía sentir querida, donde encotró un trabajo estable en un bar y entró a estudiar circo.
Samantha salió con muchos chicos, de todas las edades y formas imaginables: con 21 años estuvo con uno de casi 50, y luego con uno de 24, 23, 36, no importaba, solo no quería dejar de sentir el amor que tanto le faltaba, quería una imitación de lo que un día había sentido con su papá.

Samy a veces intentaba hablarle pero siempre fallaba en sus intentos desesperados y no entendía, ¿cómo podía una adulta comportarse tan estúpidamente?, ¿acaso no entendía que el amor estaba esperándola en su interior?, con ella misma. Una vez que aprendiera a escucharse, a ignorar lo exterior en vez de su interior, todo cambiaría. Pero en vez de eso, Samantha seguía en relaciones donde sabía que en algún momento iba a terminar lastimada. Luchaba contra ella misma, quería saltarse todos los pasos y llegar a la felicidad, pero no sabía cómo.

Samantha terminó su relación más reciente porque se acostó con otro chico, no supo por qué lo hizo, quizá fueron sus ganas de arruinarlo todo, porque hasta la fecha la relación parecía estar funcionando. Se pregunta si algún día será capaz de amar por completo, así como amó a su papá. Mientras tanto, Samy la espera, pacientemente, porque sabe que un día estará lista, un día ambas platicarán y finalmente estarán en paz.