sábado, 25 de noviembre de 2023

The now what?

 Tefi ha estado con su novio durante dos años, a veces el tiempo le parece eterno, a veces a penas un abrir y cerrar de ojos. Tefi anheló durante toda su vida tener una relació real, encontrar a un hombre que la quisiera con todo su corazón, y que se lo demostrara, no solo con palabras bonitas, sino con sus acciones, alguien que no se aburriera de ella a los meses, como muchos lo habían hecho antes. Y ahora que finalmente lo tenía, se preguntaba, bueno, ¿y ahora qué?
Había tenido la sensación muchas veces de que nada en la vida era lo suficiente, de que siempre iba a tener que querer un poco más, y durante el primer año con su novio se sintió de verdad feliz, de verdad enamorada, había cosas, como todo que no le gustaban del todo, pero que había aprendido a entrecerrar los ojos y dejarlo pasar, a final de cuentas, sabía que ella tampoco era perfecta. 

Pero el segundo año había llegado. Y también las dudas. Sobre todo después de haber leído un libro de Dolly Alderton que hablaba de cómo una chica prefería estar soltera porque se sentía más en paz que estando con su novio. Tefi, siempre buscando una señal divina en todo lo que veía, leía o escuchaba, lo tomó como algo personal. 

¿Era feliz?, sí, la mayoría del tiempo era feliz, pero también a veces extrañaba su vida de soltería, aunque cuado lo pensaba a profudidad no quería verdaderamente estar soltera, solo quería atención de algunos chicos, quizá coquetear un poco, y ya. Tenía la sensación de que algo faltaba en su vida, pero no sabía qué. Pensaba en los tiempo en que se iba de fiesta todas las noches y conocía gente nueva que sabía que no volvería a ver, pensaba en lo mucho que extrañaba a Mauricio pero ahora no sabía ni siquiera cómo hablar con él. Sentía que sus vidas habían tomado caminos extremadamente opuestos: ella, comprometida totalmente a su trabajo, a su futuro y a su relación, y Mauricio a seguir en la fiesta, en el alcohol y descontrol.

Tefi finalmente se dio cuenta de que quería que todo fuera cómo antes, pero incluir a su novio. Y sabía que eso jamás sería posible. Tenía dos opciones: hacer las pases con su presente o vivir aferrada al pasado. No sabía qué hacer.

sábado, 18 de noviembre de 2023

Ser maestra y luego dejar de serlo

 Hace unos meses le mandé un mensaje a mis alumnos y a las mamás de mis alumnitos diciéndoles que finalmente y después de años de decidia, iba a dejar de dar clases para perseguir un sueño que estaba en mi mente también por años: abrir una Thrift Shop en mi pequeño pueblo.
Todo parecía tan en las nubes hace meses: la idea estaba ahí, pero no tenía ni idea de cómo llevarla a cabo. Compré 4 maletas llenas de ropa en USA y así empezó todo.
Poco a poco todo fue tomando forma: limpiar el espacio donde daba clases, pintarlo, poner estantes y un espejo, hacer un "probador", comprar ganchos y maniquís. 
Un día finalmente colgué la ropa y se sintió como un alivio: ahí estaba, mi sueño, había dejado de hacer algo que amaba por esto que tenía frente a mis ojos, ¿valdría la pena?

La verdad es que aún no lo sé.

Contraté a una chica que es hermana de mi mejor amiga porque yo no puedo estar aquí todos los días. Prácticamente me gasté casi todo mi dinero, pero aquí estamos. Ya pasó un mes y todo ha fluido. No ha sido cómo yo imaginaba: con chicas amontonándose por comprar la ropa (jaja), pero ha estado bien. 
Es raro aterrizar una idea en este mundo, sobre todo para mí que soy una eterna soñadora e imagino siempre o lo mejor o lo peor. Una parte de mi mente piensa que de todad formas esto no es un gran riesgo: al final de cuentas siempre puedo volver a dar clases.

Extraño ser maestra, sí, extraño bastante a mis niños y sus bromas y sus risas. No descarto que en el futuro quizá pueda encontrar la manera de hacer tiempo y volver a enseñar, ya veremos. Por ahora, voy a seguir en la realidad.

jueves, 9 de noviembre de 2023

Lo que aprendí en mis 20s

 

  1. Tus sueños van a cambiar, tú también. Vas a darte cuenta de que nada es tan fácil como pensabas, pero si pones tu mente y esfuerzo, puedes lograr lo que te propones, no será nada fácil, pero valdrá la pena. 
  2. El amor es simple. Pero no por eso aburrido: encontrar el amor en esa persona a la que ves diario, que conoce cada parte buena y no tan buena de ti y aún así se queda, que lucha por ti y te demuestra a diario que merece tu amor. Ese el amor que descubrirás que vale la pena y lo vas a encontrar, primero en ti y luego en los demás. 
  3. La universidad y tu carrera no son tan serias como parecen. Sí, complaciste a tus papás y terminaste una licenciatura en psicología y sí vas a ser psicóloga por unos años pero luego vas a descubrir que las cosas que te llenan y te hacen feliz son otras, y está bien. Una carrera puede abrirte puertas, pero el camino lo forjas tú. 
  4. Tus amigos cambian, lo que importa es tener a gente que te entienda y valore. Escribí acerca de un montón de gente que he conocido estos 10 años, algunos siguen en mi vida y otros no, y está bien. Los amigos son como las estaciones del año, y si tienes gente con la que puedes contar al final del día,  ya ganaste la lotería. 
  5. La relación con tus papás es complicada, pero depende de ti. ¿Quieres tener una mejor relación? Haz el esfuerzo. Tus papás son quienes son, no van a cambiar de la noche a la mañana ni tampoco van a pedirte perdón por lo que hicieron en tu infancia. Te toca perdonarlos y aceptarlos como son o alejarte de ellos. Tú decides. 
  6. Tus hábitos son tus más grandes aliados. Si quieres una vida sana, tienes que comportarte como una persona sana, ejercicio, dieta y meditación serán las cosas que te cambiarán por completo. 
  7. Las cosas que amas siempre estarán para ti. Al final del día , aquello que amas con locura y pasión jamás se irá de tu mente. Y por más ocupada que estes, volverás a lo que te hace ser tú: escribir, bailar, tocar la jarana. 
  8. Los chicos malos no son tan buenos. Sí es divertido por un rato pero al final tu corazón te agradecerá que te alejes de personas que no lo valoran. 
  9. Haz de tu vida una obra de arte. He romantizado mi vida desde que tengo memoria, y sé que lo seguiré haciendo , porque para mí, el mundo es un escenario y yo quiero bailar hasta el final. 
  10. La tristeza es tu amiga, pero déjala ir. Por mucho tiempo me aferré con fuerzas a la tristeza, porque pensaba que estando triste me inspiraba más y mejor. Luego, con terapia y mucho trabajo interno aprendí a dejar que otras emociones aparecieran en mi vida. 
  11. La terapia es lo mejor. Si trabajas en tu mundo interno, si aprendes a aceptarte y a ver por qué te comportas de la manera en que lo haces, si vuelves a tu infancia y ves lo que te afectó y lo que te faltó y te lo das siendo adulta… la vida cambia, mejora, y ya no se siente como ir arrastrando una piedra todo el tiempo. 
  12. Sí puedes amar lo que ves en el espejo. Te va a tomar tiempo, algunos días será más fácil que otros, pero un día verás que te sientes más cómoda en tu propio cuerpo. Y ya no intentarás complacer a los demás, sino que te vestirás y moverás como tú quieres. 
  13. No necesitas alcohol para divertirte. Sí el alcohol te hace ser más como una rockstar, pero al día siguiente te hace sentir como un costal de papas que pertenece a la basura. Aprenderás a moderarte y a pasarla bien aún sin el alcohol en tus venas. Y aprenderás que salir de fiesta todos los días no es un estilo de vida sustentable. 
Y así, le digo adiós a mis 20s. Que raro se siente, pareciera que fue ayer cuando estaba cumpliendo 20, pero estoy emocionada por empezar este nuevo capítulo en mi vida. 
Chau, me voy a celebrar. 

sábado, 4 de noviembre de 2023

Mi primera cana

 Estoy a cinco días de cumplir 30 años, ya lo sabe todo el mundo a mi alrededor y no se cansa de hacerme bromas acerca de cómo ahora soy la más vieja del mundo, y está bien, de hecho creo que estoy dándole demasiada importancia, pero es que siento que es un escalón bastante grande en mi vida. 

Ya hablaré de mis 20s después, de todos modos todo está documentado aquí en mi blog. A veces no me quiero dar cuenta pero es que en los últimos dos años mucho ha cambiado, finalmente puedo ver cómo le sufría sin parar al amor, solo para finalmente caer en cuenta de que no, el amor no hace sufrir, sino que te llena, te da paz y seguridad.

Ok, pero me estoy desviando del tema, el punto es que ayer después de ir al gimnasio me vi en el espejo del baño y oh sorpresa, ahí estaba: alzada, orgullosa de sí misma, una canita en mi pelo. Mi primera reacción fue decir "ESTO NO ES VERDAAAAAAAD" en mi cabeza, luego me miré aún más de cerca, y lamentablemente sí, si era verdad y la cana ahí sigue. La dejé en paz porque soy un poquitín supersticiosa y la gente dice que si te sacas una luego te salen unas 10 más, y no quiero arriesgarme.

Hace unos meses escribía acerca del tiempo y de cómo me sentiría al ver mi primera cana, hoy puedo decir que no me siento más vieja, solo soy dramática y me rehuso a pensar que voy a seguir cambiando, pero, es inevitable, lo sé. 

casi invisible, aún así yo la veo :')

jueves, 2 de noviembre de 2023

Alicia

 Hoy me desperté y fui a comprarte flores, compré cempasúchiles porque leí alguna vez que ayudan a las almas a volver, que muestran el camino. 
Visité el lugar donde yace tu cuerpo, me gusta imaginarte durmiendo, y a tu alma libre, viajando por alguna galaxia lejana, aprendiendo nuevas cosas. 
En mi mundo ideal, habría un día donde me visitaras de nuevo, donde podría contarte todo lo que me ha pasado en el año, donde pudiera abrazarte otra vez, y si no fuera mucho pedir quizá podría decirte que me cocinaras algo, lo que sea, solo para volver a recordar los domingos en tu casa, con toda la familia reunida. 
La casa no es lo mismo sin ti. Y te extraño, te pienso todos los días y me pregunto qué pensarías de mí si aún estuvieras aquí. 
¿Estarías orgullosa?, ¿te reirías de mis historias?, ¿te asombrarías?
Hoy me desperté y pensé que quizá podrías visitarme en mis sueños, mi mente está libre para ti, tengo tiempo de sobra, por favor ven y háblame de cómo es el más allá, de cómo se siente el último aliento, dime que todo estará bien, que no debo tener miedo a irme, a fin de cuentas, a eso vinimos, ¿no?
Me gusta pensar que eres el ángel que me cuida todos los días, que pones pistas en mi camino y me empujas a los lugares a los que no iría por mi cuenta. 
Gracias por todo. Gracias por estar siempre presente, aquí, seguimos pensándote, seguimos esperando tu regreso, seguimos esperando reunirnos un día, quizá en otra vida, quizá en esta misma, quién sabe, a lo mejor tú ya tienes todas las respuestas y ahora mismo sonríes por mi ingenuidad, eso espero. 
Te quiero por siempre. 
Eternamente tuya, tu nieta, Janeth.