miércoles, 25 de septiembre de 2024

el - mar

No veo el fin

en algún lugar

el agua se convierte en tierra

y yo bailo en la orilla

esperando a la espuma

que me cubra

que me abrace.

En el sonido de las olas

un rincón de mi ser

encuentra la paz.

Aquí

en el - mar

es donde nací 

mil años atrás.

Voy a danzar hasta convertirme de nuevo en pez,

un pececito en busca de hogar

que lo encuentra 

cada vez que no sabe dónde está.


No veo el fin

el sol se va

y en el último rayo veo una sonrisa:

mi reflejo. En el - mar.



sábado, 14 de septiembre de 2024

Recuerdos

 "Toda esa mierda loca que hicimos esa noche, esos serán los mejores recuerdos"



Hace unas semanas mi amigo Moy vino a visitarme a mi nueva casa, nos reímos un montón recordando cómo (según nosotros), solíamos tener noches salvajes y salir sin parar, hasta a punto de llegar todavía borrachos a trabajar. Mi novio no paraba de reíse de nosotros porque según él, no somos más que nerds que se sentían los más salvajes con horas de beber tequila mezclado con juguito y agua mineral.
La verdad es que mis early 20s estuvieron marcados por el alcohol, las fiestas y los chicos. Chicos que conocía por todos lados; en las fiestas, en los antros, amigos de amigos, conocidos, chicos de tinder, etc. Siempre intentando hacer algo, no podía quedarme quieta con mis pensamientos, los fines de semana eran para salir a baialr y terminar besándome con un extraño que al día siguiente sería un recuerdo borroso.

¿Lo extraño? Mmh...

Creo que solo extraño la sensación de aventura, las historias ridículas: cómo terminábamos en un hospital con un desconocido ensangrentado a las 2am, de cómo el coche se quedó parado en medio de la carretera con un trailer atrás y cómo dos de mis amgos tuvieron que empujando arriesgando sus vidas (o las de todos), las noches en las que me enamoraba en un par de horas y podía imaginarme mi vida entera al lado de estos desconocidos con los que vivía romances intensos y feroces que luego me dejaban más vacía y con ganas de no volver a salir nunca más.

Ahora mi vida es completamente diferente; AMO AMO AMO despertar antes de que el sol esté saliendo e ir a correr o al gimnasio, amo tener tranquilidad y paz con mi novio, no tener que buscar validación de los demás, o tener que tomar cantidades estúpidas de alcohol para sentirme menos inhibida, más interesante. E final de mis 20s se vio marcado por encontrar algo que siempre busqué afuera pero siempre estuvo adentro: el AMORRRR.
Hay incontables entradas en este blog de mí sufriendo por amor, tratando de descifrar si un chico quería algo serio conmigo o no, usando el sexo como arma de doble filo, usando sus excusas para sentir un poquito de lo que yo creía que era amor.
Y pues eso se acabó, es extraño, poder escribir y decirlo de verdad: que encontré un amor del bueno. Que sí, tiene defectos y también sus traumitas de la infacia que superar (como yo), pero que poco a poco estamos creando una vida juntos, un mundo, una realidad que sólo imaginaba en mis sueños.

Así que todas esas cosas locas que hice en mis 20s me llevaron hasta aquí, todos esos recuerdos los guardo en el corazón, me llenan de alegría y de risa, y me hacen pensar que todo valió la pena.

jueves, 12 de septiembre de 2024

tengo miedo de no ser buena

 Ya van dos años de que hice mi dipomado en guión de cine y hasta ahora no he concretado nada, me siento estancada, como que tengo esta idea en mi cerebro que se ve genial y tiene potencial, pero cuando se trata de plasmarla, no sé si tiene el efecto o el potencial que yo veo. No sé si eso tiene sentido. He estado aferrada a una idea por años y me da miedo que esa idea haya decido irse a otro ser porque no vio que yo le echara ganitas. No lo sé, y quizá nunca lo sabré.

Ya van varios talleres de los que me entero y nada más no me inscribo porque ME DA MIEDO, me da PAVOR. Tengo este recuerdo de haber ido a un evento de poesía hace unos años y todo el tiempo me sentía como una impostora, cómo "qué hago yo aquí si ni poesía escribo", o sea sí escribía poesía pero poesía a mi manera, o lo que yo creía que era poesía, y cuando me tocó leer mis poemas delante de todo el mundo wow, el horror, además de que yo nunca entendía los poemas de los demás, en fin, este es mi trauma: si me inscribo a un taller y no tengo nada que decir, y si no soy tan buena cómo los demás, y si no tengo ni la menor idea de lo que hago...

Uff, es raro porque hace unos años me hubiera inscribido en un dos por tres pero ahora siento que estoy estancada y no me siento tan buena "escritora" como solía sentirme. Sé que tengo que quitarme estos miedos y solo hacerlo, a fin de cuentas, ¿qué puede pasar?

martes, 10 de septiembre de 2024

Lo más cercano a ser mamá

 Hace unos días terminé de leer Modern Love, que es básicamente una compilaciónde ensayos sobre el amor en todos los sentidos y en todas sus formas. Me llamó mucho la atención uno en particular sobre una tía que de repente tiene que hacerse responsable de sus dos sobrinos porque su cuñada muere. Me puse a pensar en que muy probablemente mi sobrina será lo más cercano que esté a ser mamá, y no porque no pueda tener hijos o porque mi pareja no pueda, sino porque fue algo que decidí hace mucho: no quiero tener hijos.
Se me ha cuestionado bastante, se me ha dicho mil y una veces que cuando me haga mayor voy a cambiar de opinión, pero eso hasta ahora no ha pasado y aún viendo a mis amigas convertirse en madres no ha despertado en mí este instinto, estas ganas de querer un bebé, un hijo.

A veces me pregunto cómo es qué supe tan pronto que jamás sería madre. Es quizá porque no quiero repetir los errores que en mi familia se han cometido: no quiero ser una mamá ausente, que pone una barrera. Es quizá porque mi relación con mi mamá es prácticamente inexistente. Es quizá porque fui a terapia y sané muchas partes de mi que necesitaban sanarse. Es quizá porque me siento validada en mi decisión ya que mi novio tampoco quiere tener hijos. Es quizá porque soy egoísta y quiero que esta vida sea solo para mí; trabajar en mí, enfocarme 100% en mí, sin distracciones, sin poner a alguien más arriba de mis sueños, porque aún hay mucho que quiero hacer y tener un hijo no me lo permitiría. Es quizá porque nunca tuve ese instinto de ver a un bebé y pensar "qué hermoso, yo quiero uno". 

Y eso no quiere decir que odie a los niños, al contrario, los amo, me encanta trabajar con ellos. Pero nunca me he sentido tan diferente a ellos, me gusta ser parte de sus bromas, que se sientan cómodos conmigo para contarme cosas, que me vean como a una igual. 
Cuando estoy con mi sobrina a menudo me preguntan si es mi hija porque se parece mucho a mí, a veces la veo y me veo a mí misma también. Obviamente quiero lo mejor para ella: que vaya a las mejores escuelas, que aprenda muchas cosas y que encuentre su pasión.
Mi sobrina me recuerda también porque no quiero tener hijos: porque amo demasiado, e imaginar que algo malo le pase me vuelve loca. En los días que no la veo pienso en ella constantemente, y cuando pasamos tiempo juntas siempre me siento en calma, en paz, como si una parte de mi estuviera por fin completa.

Quizá simplemente era mi destino; que mi sobrina fuera parte de mi vida, para que me enseñara por lo menos en ratos cómo se siente ser mamá. (o algo parecido).