Estefanía Montes Martínez, mejor conocida como Tefi es una chica especial, o al menos eso le gusta pensar.
Creció en una familia normal, en una casa normal que su papá construyó cuando ella tenía 3 años en el terreno que le regaló su abuela.
Sus papás se conocieron en la disco del pueblo, bailando canciones de salsa y merengue, su papá es 6 años mayor que su mamá, pero eso no le impidió casarse con ella cuando cumplió los 18. Al año siguiente estaban esperando a Tefi.
Tefi creció rodeada de muchas expectativas que su mamá tenía de ella: que fuera una niña bien portada, que sacara puros dieces en la escuela, y que no tuviera novios hasta no cumplir los 15 años. Su papá a veces estaba en la casa y la mayoría del tiempo lo pasaba trabajando en la obra, o tomando caguamas con sus amigos después del trabajo. Tefi veía a sus papás pelear de vez en cuando, y veía como su papá corría a su mamá de la casa y cómo ella se decidía a irse por las noches, pero en la mañana ya no tenía las fuerzas para hacer las maletas.
Tefi tuvo un hermanito cuando cumplió 4 años. Le pareció increíble que un monito tan pequeñito llegara a su vida. Lo quería mucho y no quería que nada malo le pasara.
Conforme fue creciendo, Tefi notó la diferencia entre su hermano y ella, pues a pesar de que él era menor, era corpulento y aparentaba más edad, por lo que sus papás le daban más permisos y le permitían cosas que a Tefi ni se le hubiera ocurrido preguntar.
Tefi fue a la escuela y sacó muchos dieces, siempre fue la mejor de su clase. Cuando salió de la universidad encontró un trabajo a los pocos meses y empezó a ahorrar para poder mudarse de la casa de sus papás. Se fue a vivir con un amigo, y después de mudó con su hermano que aún estudiaba la universidad.
Pocos meses después de irse a vivir con su hermano, él se salió de la carrera y embarazó a su novia. Tefi pensó que sus papás echarían humo por la cabeza, pues muchas veces la amenazaron con quitarle sus becas y beneficios si ella quedaba embarazada.
Pero para su sorpresa, sus papás se alegraron por su hermano, y pronto su novia se mudó a vivir con ellos.
Tefi no podía creerlo, pasó toda su vida haciendo las cosas "bien" y no obtuvo nada a cambio, ni siquiera una felicitación. En cambio, su hermano hacía todo mal y hasta recibía recompensas, incluso un auto para que le fuera más fácil trasladar a su novia al hospital y de vuelta a casa.
Finalmente Tefi decidió salirse de esa casa y buscar algo para ser independiente.
1 comentario:
Chingá pues muy tarde, luego luego se dá uno cuenta cuando no es querido, desde los 15 mi madre se salió de su casa y le fue épicamente mejor haha. Afortunadamente no nos ha pasado ni al gatito apestoso ni a mí, los 2 valemos madres igual.
Publicar un comentario