A veces odio tanto a mi pelo, de verdad. Aunque claro, no es un odio tan grande como mi inmenso odio hacia la mala ortografía.
¡Es que no la soporto! Por un tiempo caí en sus manos, pero gracias a una maestra que tampoco me cae muy bien, pude salir de sus garras del mal, y hoy la -buena ortografía y yo somos grandes amigas, oh sí.
Es feo, es horriblemente asqueroso que algún familiar/novio/amigo, escriba de la siguiente manera: Clic
Hasta me dan ganas de castrar, llorar, gritar y reclamarle a quien sea que haya sido capaz de cometer la barbaridad de ¡no
corregir a esas personas!
Háganme un favor, sí, ustedes maestros, enseñen a la gente a escribir.
PD. Háganme otro favor, y denme un pelo como este. Gracias.
lunes, 25 de enero de 2010
lunes, 18 de enero de 2010
¡Es toda tu culpa!
Yo siempre he dicho que lo peor en el mundo es un corazón partido, no se siente nada bonito cuando te parten el corazón, peor aún es el hecho de que nosotras siempre buscamos algo, lo que sea, para echarnos la culpa. ¡Tonterías!
Sí, ya sabía yo que él había quedado de hablarme el jueves, entonces, ¿por qué no lo hizo?…Come on!
Yo en el transcurso de mi vida, que aún no ha llegado a su final, jamás había visto a un hombre como este. Hasta teníamos tantas cosas en común, de verdad que sí. El es vegetariano, igual yo. Le gustan las camisas de cuadros, igual que a mí, es latino, ¡igual yo!
Pero claro, tenía que aparecer ella y meterse en mi camino.
Aunque no había considerado cambiar mi tinte rojo por uno rubio…
Sí, ya sabía yo que él había quedado de hablarme el jueves, entonces, ¿por qué no lo hizo?…Come on!
Yo en el transcurso de mi vida, que aún no ha llegado a su final, jamás había visto a un hombre como este. Hasta teníamos tantas cosas en común, de verdad que sí. El es vegetariano, igual yo. Le gustan las camisas de cuadros, igual que a mí, es latino, ¡igual yo!
Pero claro, tenía que aparecer ella y meterse en mi camino.
Aunque no había considerado cambiar mi tinte rojo por uno rubio…
sábado, 16 de enero de 2010
la música, the music...
Con el paso del tiempo la gente suele cambiar, algunos no, lo sé porque aunque en exterior
son –adultos, su actitud infantil los delata.
Un cambio que yo considero importante es el de la música.
Yo no tengo hermanos mayores, entonces no tuve ninguna influencia, yo escogí la música que escuché, y la sigo eligiendo.
Esto lo digo porque los hermanos pequeños, quieran o no, siguen tendencias de sus hermanos mayores, al menos eso hace el mío, escucha el mismo tipo de música que yo.
La música que he escuchado, la divido en etapas, mi primera etapa fue el hip hop, de verdad que no sé en qué estaba pensando. Ahora no escucho ese tipo de música ni muerta, no me gusta para nada.
Después fue una etapa pop – rock, luego rock, para continuar con rock pesado.
Lo queramos o no, la música también tiene que ver con cómo nos vestimos, recuerdo con esta última etapa me vestía toda de negro, me gustaba presumir que yo no escuchaba esa música que estaba de moda.
Luego vino más música, el pop, el dance, alternativa, indie.
Pero nada se compara al...Electro, la música electrónica hoy en día es mi favorita, me encanta, me fascina.
Pasé de escuchar a los Black Eyed Peas a Crystal Castles. Aunque aún conservo mi gusto por el rock.
No estoy consciente de cómo es que se desarrollan estos cambios en nosotros, pero es bueno evolucionar, quedarse estancado nunca ha servido de algo.
son –adultos, su actitud infantil los delata.
Un cambio que yo considero importante es el de la música.
Yo no tengo hermanos mayores, entonces no tuve ninguna influencia, yo escogí la música que escuché, y la sigo eligiendo.
Esto lo digo porque los hermanos pequeños, quieran o no, siguen tendencias de sus hermanos mayores, al menos eso hace el mío, escucha el mismo tipo de música que yo.
La música que he escuchado, la divido en etapas, mi primera etapa fue el hip hop, de verdad que no sé en qué estaba pensando. Ahora no escucho ese tipo de música ni muerta, no me gusta para nada.
Después fue una etapa pop – rock, luego rock, para continuar con rock pesado.
Lo queramos o no, la música también tiene que ver con cómo nos vestimos, recuerdo con esta última etapa me vestía toda de negro, me gustaba presumir que yo no escuchaba esa música que estaba de moda.
Luego vino más música, el pop, el dance, alternativa, indie.
Pero nada se compara al...Electro, la música electrónica hoy en día es mi favorita, me encanta, me fascina.
Pasé de escuchar a los Black Eyed Peas a Crystal Castles. Aunque aún conservo mi gusto por el rock.
No estoy consciente de cómo es que se desarrollan estos cambios en nosotros, pero es bueno evolucionar, quedarse estancado nunca ha servido de algo.
jueves, 14 de enero de 2010
Tamy
Si los sapos se pudieran convertir en príncipes, esto sería diferente.
Tamy siempre fue una persona convencida de que en algún lugar ella encontraría a esa persona ideal -el uno para el otro.
Tenía una idea muy clara acerca de lo que quería para ella, el chico en cuestión debía llamarse Diego, ser extranjero y debía gustarle su grupo favorito de música.
Más que cualidades, ella buscaba eso.
Lo encontró, ¡de verdad lo encontró! Podría parecer algo difícil, considerando que ella vivía en un pequeño pueblo, pero ahí estaba él.
Su Diego, que tanto había pedido, había entrado a la misma escuela que ella, al principio no lo reconoció, pero con el tiempo pudo saber más de él, fue ahí cuando se dio cuenta de que lo había encontrado.
Pasaban semanas, pasaban meses, pero Tamy no podía ni siquiera dirigirle la palabra. Cuando lo veía, sentía una atracción increíble hacía él. Con el tiempo transcurriendo, los sentimientos de Tamy también se desarrollaban, ella sentía que necesitaba de su Diego, y sólo se conformaba con verlo entre clases.
Sus amigos, hartos de la situación, le contaron a Diego de la situación, que Tamy estaba enamorada de él. Pero él no comprendió. La rechazó más de una vez, y para Tamy aquello era lo peor que podría pasarle.
El final de clases era imposible de detener, y Tamy saldría de la escuela, pero Diego continuaría allí, su príncipe no había tenido la oportunidad de conocerla, además Tamy se mudaría a una ciudad, posiblemente ya no tendría oportunidades de verlo.
Pero para Tamy el destino parecía regalarle una oportunidad, por supuesto que no la desaprovecharía, fue en un desfile de su antigua escuela cuando lo vio. Sintió de nuevo que su corazón se aceleraba, los ojos de su Diego, de un color verde muy brillante, esta vez la miraban de manera diferente.
Platicaron por bastante tiempo, para Tamy era como su sueño más grande convertido en realidad. Pero ella tenía que volver a la ciudad y su príncipe se quedaría en su reino, donde pertenecía.
Pasaron más semanas, Tamy estaba desesperada, cada viernes, al regresar de la ciudad, mantenía la esperanza de ver a su Diego, a veces lo veía, a veces no.
Finalmente la espera había resultado, su príncipe la invitó a salir. La cita era en la playa, él le enviaría un mensaje ese mismo día para confirmar la hora.
Pero el tiempo pasaba y Tamy miraba su celular cada minuto, no quería que esa oportunidad se le escapara. A las 5 de la tarde se dio por vencida, su príncipe no acudiría a encontrarse con la que podría ser su princesa.
Ha pasado ya mucho, y Tamy no ha vuelto a ver a Diego, fue difícil para ella, y sigue siendo difícil, cuando regresa de la ciudad ahora ruega para no tener que verlo, sueña la mayoría de las noches con él, aún lo recuerda cada día. Siente que está en todas partes, pero no a su lado.
Aprendió que algunos príncipes, aunque tengan un exterior muy encantador, resultan ser unos verdaderos sapos.
Tamy siempre fue una persona convencida de que en algún lugar ella encontraría a esa persona ideal -el uno para el otro.
Tenía una idea muy clara acerca de lo que quería para ella, el chico en cuestión debía llamarse Diego, ser extranjero y debía gustarle su grupo favorito de música.
Más que cualidades, ella buscaba eso.
Lo encontró, ¡de verdad lo encontró! Podría parecer algo difícil, considerando que ella vivía en un pequeño pueblo, pero ahí estaba él.
Su Diego, que tanto había pedido, había entrado a la misma escuela que ella, al principio no lo reconoció, pero con el tiempo pudo saber más de él, fue ahí cuando se dio cuenta de que lo había encontrado.
Pasaban semanas, pasaban meses, pero Tamy no podía ni siquiera dirigirle la palabra. Cuando lo veía, sentía una atracción increíble hacía él. Con el tiempo transcurriendo, los sentimientos de Tamy también se desarrollaban, ella sentía que necesitaba de su Diego, y sólo se conformaba con verlo entre clases.
Sus amigos, hartos de la situación, le contaron a Diego de la situación, que Tamy estaba enamorada de él. Pero él no comprendió. La rechazó más de una vez, y para Tamy aquello era lo peor que podría pasarle.
El final de clases era imposible de detener, y Tamy saldría de la escuela, pero Diego continuaría allí, su príncipe no había tenido la oportunidad de conocerla, además Tamy se mudaría a una ciudad, posiblemente ya no tendría oportunidades de verlo.
Pero para Tamy el destino parecía regalarle una oportunidad, por supuesto que no la desaprovecharía, fue en un desfile de su antigua escuela cuando lo vio. Sintió de nuevo que su corazón se aceleraba, los ojos de su Diego, de un color verde muy brillante, esta vez la miraban de manera diferente.
Platicaron por bastante tiempo, para Tamy era como su sueño más grande convertido en realidad. Pero ella tenía que volver a la ciudad y su príncipe se quedaría en su reino, donde pertenecía.
Pasaron más semanas, Tamy estaba desesperada, cada viernes, al regresar de la ciudad, mantenía la esperanza de ver a su Diego, a veces lo veía, a veces no.
Finalmente la espera había resultado, su príncipe la invitó a salir. La cita era en la playa, él le enviaría un mensaje ese mismo día para confirmar la hora.
Pero el tiempo pasaba y Tamy miraba su celular cada minuto, no quería que esa oportunidad se le escapara. A las 5 de la tarde se dio por vencida, su príncipe no acudiría a encontrarse con la que podría ser su princesa.
Ha pasado ya mucho, y Tamy no ha vuelto a ver a Diego, fue difícil para ella, y sigue siendo difícil, cuando regresa de la ciudad ahora ruega para no tener que verlo, sueña la mayoría de las noches con él, aún lo recuerda cada día. Siente que está en todas partes, pero no a su lado.
Aprendió que algunos príncipes, aunque tengan un exterior muy encantador, resultan ser unos verdaderos sapos.
lunes, 11 de enero de 2010
Hacer o no
Cuando todo lo que no te gusta se apodera de tu vida, ¿qué se debe hacer?
si te gusta el mismo chico a tu mejor amiga, ¿qué se debe hacer?
Cuando un chico te ilusiona para luego cortarte las alas de un segundo, -típico, porque no soy yo, es él. Pues claro, ¿qué imbécil se va a creer eso?
Y no te puedes vestir de negro porque eres emo, y no puedes escuchar rock y vestirte de rosa porque no va (?) ¿Qué se debe hacer?
Y no puede gustarte la lectura porque eres nerd, no puedes sacar buenas calificaciones porque eres matada, no puedes hablar con groserías porque resultas corriente, no puedes tener un lujo u otro porque eres sangrona. ¡pero que estupidez!
Yo digo; Fuck you people
si te gusta el mismo chico a tu mejor amiga, ¿qué se debe hacer?
Cuando un chico te ilusiona para luego cortarte las alas de un segundo, -típico, porque no soy yo, es él. Pues claro, ¿qué imbécil se va a creer eso?
Y no te puedes vestir de negro porque eres emo, y no puedes escuchar rock y vestirte de rosa porque no va (?) ¿Qué se debe hacer?
Y no puede gustarte la lectura porque eres nerd, no puedes sacar buenas calificaciones porque eres matada, no puedes hablar con groserías porque resultas corriente, no puedes tener un lujo u otro porque eres sangrona. ¡pero que estupidez!
Yo digo; Fuck you people
Suscribirse a:
Entradas (Atom)