Justamente ayer estaba pasando la tarde junto a una chica que ha sido mi amiga desde que teníamos aproximadamente 6 años. Los años han pasado; a veces estábamos más unidas y otras no tanto, pero seguíamos ahí; siendo amigas.
Ahora ella tiene un hijo y eso pone las cosas en perspectiva, quiero decir, ya no somos las niñas que pasaban las tardes imaginando como serían las cosas si tal o cual chico nos hiciera caso, jugando a que teníamos una familia, yendo a fiestas y llegando tarde a casa sólo para sentir que eramos las más rebeldes. Ahora somos adultas, bueno ella un poco más que yo. ¿A dónde me llevarán los años?, ¿Algún día tendré hijos?, ¿Me voy a casar?
O terminaré como un montón de amigas que creí que tendrían un futuro brillante; siendo infelices porque tomaron las decisiones equivocadas. Ni idea.
Eso es lo emocionante de vivir, que no tengo ni la más mínima idea de qué va a pasar. Porque si bien me gusta mucho imaginarme el futuro, a veces pasan cosas que no nos esperamos y tenemos que hacerlas nuestras.
No sé si algún día me volveré a reunir con personas que definieron mi vida. Con las amigas que pensé que pasaría las aventuras de mi vida y terminaron por irse demasiado lejos, a otros países para ser exacta. Con las personas que conocía en concursos y que a veces ni siquiera recuerdo sus nombres, pero que pasaron a ser parte de los recuerdos que hasta hoy conservo. Con mis amigos de la infancia que a veces me topo y me ignoran, ¿qué fue de ustedes?, ¿Por qué no puede ser como antes?
Todo era más simple. Quiero hacerlo simple de nuevo.
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