PRIMERA PARTE: LA COMUNICACIÓN LÚDICA
Capítulo 1: La comunicación lúdica en la terapia familiar
Si pueden escoger, la mayoría de los niños prefiere interactuar de forma divertida. "¿Es que el juego es tan repugnante a un problema como el ajo lo es para un vampiro?"
Cuando niños y adultos se unen, el juego ofrece un lenguaje común para expresar los pensamientos, las emociones y la experiencia en toda su amplitud y profundidad.
Los adultos de las familias se suelen sorprender cuando la comunicación lúdica permite que los niños asuman la responsabilidad de los problemas y sean ingeniosos para solucionarlos.
LAS IMAGINACIONES SUPERPUESTAS DE NIÑOS Y ADULTOS
Los niños tienen una capacidad sorprendente para resolver sus propios problemas. Nuestro objetivo es acceder a su imaginación y a sus conocimientos y colaborar con ellos.
Hay que permitirles que hablen como sujetos que poseen una experiencia de su propia vida, y no hablar de ellos como objetos sobre los que otros actúan.
Los niños suelen ser reticentes a aceptar descripciones en las que se les presente como problemáticos.
EL PROBLEMA ES QUE UN PROBLEMA ES UN PROBLEMA
"El problema es el problema, la persona no es el problema."
Cuando se exterioriza un problema, la actitud de los niños en la terapia normalmente cambia. Cuando se percatan de que es el problema, y no ellos, el que va a ser objeto de análisis, participan con entusiasmo en la conversación.
Hay que considerar que los niños se enfrentan con un problema, y no que son un problema.
"Jugamos a que el problema está fuera de ti y desde ahí jugaremos con él."
MANTENER LA FE
"¿Cuál sería la forma más divertida de hablar sobre esto?", "¿qué te parece si habláramos de ello (o jugáramos con ello) de otra forma?", "¿te gustaría explicarlo con un dibujo en la arena, o escribiendo un cuento, o quizás hablar de ello con las marionetas?"
EL USO DE PREGUNTAS PARA GENERAR EXPERIENCIA
Utilizamos las preguntas para generar experiencia, y no para reunir información.
A David (terapeuta) le gusta pedir a los niños que se vean con sus propios ojos y después a través de los ojos de otra persona, para reforzar la opinión positiva que tienen de sí mismos, a veces para ofrecerles una opinión sobre ellos más favorable que la que se atreverían a decir.
Por graves que sean las circunstancias, los niños normalmente agradecen un espíritu lúdico en el que expresarse e indagar en el cambio.
Bibliografía: Freeman, J., Epston, D., Lobovits, D. (1997), "Terapia narrativa para niños. Aproximación a los conflictos familiares a través del juego." Madrid: Paidós.
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