Así que hoy fue mi primer día de clases después de lo que se sintió como un tiempo larguísimo de vacaciones -aunque en realidad fue un poquito más de un mes.
Este semestre es el último de mi carrera, lo que me emociona muchísimo y me llena tanto de miedo como de alegría. ¿Qué me espera? Quién sabe, la verdad es que aún no sé, yo quisiera dedicarme a dar clases, porque es algo que realmente me gusta, así que ya veremos. Espero con ansias a que sea 27 de mayo para que este semestre llegue a su fin y con ello acabe la universidad.
El plan es mudarme, este fin de semana incluso limpié mi cuarto, algo que hace mucho tiempo no hacia, y saqué casi una tonelada de basura, tiré muchas cosas que sé que ya no vale la pena guardar y así, mi espacio se sintió más ligero. Tengo que empezar a buscar ofertas de trabajo, porque otra parte del plan es comenzar a trabajar una vez que mi horario en la escuela esté bien establecido, para así poder juntar dinero y con ello hacer la mudanza más simple y sencilla.
Ojalá todo salga de acuerdo al plan. No me voy a permitir volver a caer en el mismo error de dejar todo atrás por tonterías; ya renuncié a mi sueño una vez, pero no ocurrirá dos veces.
Y estas son solamente un montón de palabras, pero quiero que de verdad signifiquen algo en mi vida: quiero cumplir mis planes, quiero cumplir los sueños que se pusieron de lado hace casi cuatro años.
Quiero ser feliz.
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