A veces aunque te limpies las manos con cloro
el crimen no puede des-hacerse.
Quizá en otra vida
con otras circunstancias
con tu boca y la mía hubiéramos creado el universo
las estrellas se apagarían a nuestro paso.
Pero no hoy
No aquí.
Mientras me abrocho la blusa
y te subes el cierre.
A veces me pregunto si será verdad
si así son los principios.
De una explosión surgimos
Y esta noche creo que volví a explotar
mientras pasabas tu manos por debajo del asiento.
Hoy no serás Dios
Ni yo un ángel caído.
Pero comenzaremos la guerra que hará a los demás preguntarse
qué es verdaderamente el pecado.
Ven y lava mi corazón, formemos un mar que se parta a la mitad
con todos los mañanas que ni siquiera vendrán.
lunes, 26 de marzo de 2018
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