Cuando miro atrás veo el montón de errores persiguiéndome, apilándose y formando un monstruo que no es capaz de irse a dormir ni en las noches de luna llena.
Cuando miro atrás veo a una niña perdida, rogando por un afecto que jamás recibió en casa y dispuesta a todo con tal de no perderlo.
4 años en una relación que no me llevó a ningún lado.
Después 2 años de lo mismo pero con otro hombre.
¿Será que uno nunca aprende? A pesar del tiempo los errores no se acaban, pero la juventud sí.
Ya no soy una niña pero tengo el mismo deseo de ser amada. Será que puedo ir de club en club y subirme a la mesa gritando "¿acaso hay alguien aquí que sea capaz de amarme?"
Será que puedo acostarme con un montón de gente y conservar el recuerdo de cómo se sintió abrirles las piernas, pero de sus nombres ni hablar...
Será que soy fanática de los orgasmos, de los pequeños momentos que parecen de felicidad.
No pasa nada.
Si alguien me dijera que necesita que escriba acerca del amor le diría que no tengo la más remota idea. Aún lo estoy descubriendo. Aún me estoy descubriendo y eso toma tiempo y cuesta.
Quién sabe si algún día podré dormir sabiendo que ahí está la respuesta: a mi lado, en la misma cama.
Y saber que no soy solo una pendeja que está perdiendo el tiempo y luego corriendo para recuperarlo.
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