El que quiera acostarme contigo no significa que vaya a
hacerlo.
Que estire mi mano y marque tu número,
más grabado en mi memoria que los poemas que jamás te recité.
Solo para guardar silencio mientras escucho tu respiración
tu voz que suena a enojo
tus manos que abrazan a otras que se parecen a las mías.
Si tomo una cerveza un viernes por la noche no significa que estoy pensando en ti.
Que perdí el control y ya no pude recuperarlo una
vez que te fuiste.
Como las marcas en el calendario
ayudan a recordar mis metas
pero creo que en realidad señalan cada día que paso sin ti.
Si lloro mientras tomo una ducha no es porque te extraño.
Quizá es por las esperanzas que me quito cada vez que tallo la
piel
se van por la coladera junto con mis ganas de creer en
el amor.
Ya pasó otro día sin un beso
sin una respiración que se altera solo con verme quitándome
la ropa.
Ya pasó un segundo y no contestas
no respondes cuando le aullo a la luna
ni cuando arrojo botellas al mar.
El que quiera acostarme contigo...
no significa que algo vaya a cambiar.
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