jueves, 23 de febrero de 2023

De cómo San Pancho está siendo arruinado

 San Pancho es mi pueblo, mi lugar de origen, mi hometown. Cuando pienso en los momentos importantes de mi vida, la mayoría tienen lugar aquí:
La primera vez que me subí a una bicicleta en la plaza.
Mi primer día de clases en el kínder.
Mi primer beso en las resbaladillas de la plaza (Que ya no existen)
Mi primer negocio en casa de mi abuela.
Salir de casa de mis papás e irme a vivir con uno de mis mejores amigos.
Lugares de primeras citas: la playa, la cervecería, junglar, el gallo.
Las fiestas en la baba, en el gallo, en bar iguana, en darjeeling, en tutú, en la buena vida. 
Caminar por la avenida de la mano de mi primer novio.
Los lugares donde me reunía con mis mejores amigos.
Las comidas en donde he reído, llorado y contado mis penas y alegrías.

San Pancho es mi hogar, pero siendo sincera, hace ya tiempo que se siente ajeno a mí, lejano, como un lugar que fue invadido por gente que nadie sabe de dónde vino pero que están convirtiéndose en los que "mandan", poco a poco todo cambió: un edificio enorme en la playa que robó un buen pedazo y hizo un desastre ambiental, hoteles y más hoteles abriéndose a pesar no tener los permisos en regla, restaurantes a los que los locales ni nos atrevemos a ir porque no podríamos pagar ni una entrada, tiendas llenas de cosas caras que solo los turistas compran. 
Y lo peor: la inflación de los precios, y es que sí de por sí todo está subiendo, aquí es lo triple, porque a la gente le gusta actuar como si turistas y locales fuéramos iguales, y déjame decirte algo: ¡no lo somos!, yo no gano en dólares, ni puedo pagar una casa de 17 mil pesos al mes + servicios, yo no tengo un trabajo online en el que puedo trabajar de dónde se me pegue la gana, no, yo pago renta de mi casa (porque aunque soy local no heredé una casa), pago renta de mi oficina donde doy clases y pago renta de dos negocios más, pago luz, pago internet, y un sinfín de cosas más. Y aunque sé que soy privilegiada en muchos aspectos, eso no quiere decir que mi situación sea justa.

Veo a futuro y pienso, ¿de quién será San Pancho dentro de unos años más?, ¿a dónde vamos a ir a parar los locales?, ¿la playa se va a terminar privatizando?, ¿todas las casas serán compradas por extranjeros o convertidas en airbnbs?

Hoy me mandó un mensaje Henri diciéndome que el próximo mes empiezan con una construcción EN LA PLAYA del four seasons, y ahí pensé: ok, esto se está saliendo de control. ¿En qué momento mi pequeño pueblo y mi paraíso secreto salió a la luz? No lo sé, pero lo que sí sé es que San Pancho se está convirtiendo en un lugar donde ya no quiero estar, a menos que sea temporada baja y el calor ahuyente a los turistas desubicados que aparta de que tienen dinero, regatean contigo como si no pudieran pagar las cosas.
Quizá lo que quiero decir es que yo nací y crecí aquí y me hubiera gustado que las cosas fueran diferentes, ahora miro hacía afuera de la ventana y no es más que hoteles y caras desconocidas. 

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