Ayer vi a unos niños jugar en la playa,
vi a mis amigos montar las olas,
y a un pequeño perro saltando en el agua.
Me hizo pensar en las cosas que nunca hice,
cuando era niña nunca iba a la playa,
era como si mi familia tuviera miedo.
¿De qué?
Ahora incluso aún tengo un poco de miedo
cuando entro al agua lo hago con mucho cuidado
y si veo una ola grande mi cuerpo tiembla.
Es increíble como heredamos incluso el miedo,
cómo sin saberlo mantenemos secretos en la piel
y vamos por la vida con los ojos cerrados
y tocando todo con la punta de los dedos
tratando de encontrar sentido.
Hace 6 años vi a mi abuela morir.
Me levanté con la sensación en el estómago
de que algo malo había pasado.
Y aún años después
esa sensación se hace presente
en los 16 de marzo.
Es verdad lo que dicen:
el cuerpo guarda en dolor, guarda lo bueno
pero también lo malo, y lo saca
aunque no estemos listos.
Ayer vi a mis amigos nadar e ir detrás de las olas
y me pregunté si algún día yo podré hacer lo mismo
sin tener miedo.
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