Cuando era apenas una adolescente tratando de descifrar el mundo y a mí misma al mismo tiempo, tenía muchas dudas, y sí, aún las tengo, pero en ese entonces, el mundo parecía tan grande y yo tan pequeñita. Y también me daban miedo muchísimas cosas: me importaba demasiado lo que pensaran los demás de mí.
Me di cuenta de que me gustaban las mujeres cuando tenía 13-14 años, y lo sé perfectamente porque en mi diario dice algo así como "¿soy lesbiana?", porque en ese entonces yo pensaba que solo existían dos extremos: o ser heterosexual u homosexual, no había un punto medio. Me la pasaba viendo series y películas acerca de lesbianas o chicas que de repente se sentían atraídas por mujeres, me sentía identificada al máximo. Y me sorprende que mi mamá nunca sospechó nada, porque de verdad, lo único que hacía era ver este tipo de películas.
OK, pero ahora pasemos a mí yendo a la prepa. Para este punto ya me había dado cuenta de que SÍ existía un punto medio, y yo habitaba en ese espacio: la bisexualidad. Nunca le escondí a nadie que me atraían las mujeres, excepto claro, a mi familia, pero es que nunca actúe ni hice nada con una chica. Quizá fui demasiado cobarde o quizá simplemente nunca me gustó alguien lo suficiente.
Pero hoy quiero hablar de alguien que sí me gustó, y su nombre es Kassandra. Ella iba en el mismo grado que yo pero en diferente salón, nunca hablé con ella, ni una palabra, pero siempre la veía y pensaba: wow. Con sus extensiones de pelo, y sus ojos mal delineados y sus faldas ultra cortas. Ok, quizá no tenía el mejor gusto en mujeres, y todo fue para bien.
A lo que quiero llegar es que últimamente he estado pensando de nuevo en esta Janeth confundida, que cuando tuvo la oportunidad abrió Tinder y puso que le gustaban las chicas y fue a citas, pero nunca nada pasó. Solo un beso, un beso corto y confuso en Guadalajara. Y ahora cuando pienso en tener una relación con una mujer me parece imposible, porque, creo que finalmente después de tantos años lo descifré: las mujeres no me atraen en sí, solo es la idea de ellas, fantasear con ellas, pero de eso a que un día vaya a tener una relación con una mujer, no, no lo creo. No creo que el rumbo de mi vida vaya en esa dirección tampoco.
Pero bueno, me disculpo al fin con todas las chicas con las que salí y nunca concreté nada, y es que ¡no tenía idea de lo que estaba haciendo!, pero ahora lo sé, y ya no volveré a engañar a nadie, menos a mí misma diciéndome que estas relaciones van a algún lado.
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