martes, 24 de junio de 2025

Como un golpe en el estómago

Pensamos que el amor se debe sentir como un viento que casi te levanta del suelo,

como perder el aliento después de ver algo hermoso,

como un golpe en el estómago que no te deja respirar en un buen rato:

te agrarras de donde puedes para no perder el equilibrio,

pero terminas cayendo de cualquier forma.

Al menos eso nos hacen creer.

Los libros, las películas, las series de televisión.

¿Dónde puedo sintonizar un amor real?, sin dramas ni jueguitos tontos que no llevan a ningún lado.

¿Dónde puedo ver un amor comprometido?

¿En mis padres?

¿Cómo se siente saber que estás enamorado cuando se trata del amor real?

¿Lo estoy viviendo ahora?

Porque me siento en paz, no siento preocupación alguna de que mi ser amado se vaya a despertar y de un minuto a otro pierda interés en mí. 

Porque me siento amada cada día no solo con mensajes bonitos

sino con acciones.

Y nada es perfecto, porque estaría mintiendo,

pero puedo asegurar que nunca sentí un golpe en el estómago, nunca me quitaron el tapete que tenía a mis pies y caí sin tener de donde agarrarme.

Simplemente pasó: ligeramente, con el paso del tiempo.

Porque el amor de verdad, de ese que no se ve en las películas porque es demasiado aburrido, es simple y nunca te cortaría la respiración,

es más como caminar y del otro lado de la banqueta reconocer que la paz ha llegado, que vuelves a la tranquilidad que habías perdido.

domingo, 22 de junio de 2025

Tinder sí funcionó

 El otro día estaba pensando en cómo tengo varias entradas aquí en el blog hablando de lo mucho que odiaba usar Tinder, porque a pesar de saber que no iba a encontrar algo real o duradero, seguía usándolo como distracción, sobre todo cuando viví en Guadalajara me gustaba usarlo para conocer gente y salir a citas y así conocer más lugares. 

Anyways. Después de años de usarlo un día hice match con Taylor que tenía un perfil misterioso porque en cada una de sus fotos se veía diferente. Hablamos por WhatsApp como por una semana antes de tener una cita y no es broma cuando digo que después de esa primera cita algo cambió para ambos, simplemente supimos que íbamos a estar juntos por mucho, mucho tiempo. 

Mirando atrás me doy cuenta de lo rápido que pasó todo, unas semanas y ya vivíamos prácticamente juntos, y él le decía a todos que yo era su novia. 

Meses atrás, hubiera salido huyendo de una situación así. Pero con él todo pareció bueno, casi perfecto desde el principio. 

Me pregunto cuantas citas malas tuve que tener para llegar hasta él, cuantos matchs antes de llegar al indicado. Supongo que tengo que agradecer por nunca rendirme usando una app que parecía bromear conmigo hasta que un día pasó: funcionó. 

jueves, 19 de junio de 2025

Siento nostalgia

 Hace rato mi -esposo- estaba revisado y limpiando una de las habitaciones de la casa de sus papás que nunca se usan, y encontró una vieja computadora de más de 15 años. Increíblemente aún funciona así que nos pusimos a ver viejas fotos y videos de cuando vivió en Austria y de cuando aún iba a la prepa. 

Siempre he sentido como si mi cuerpo se inclinara a la nostalgia, no puedo evitar esta sensación de tener la piel de gallina, de que las lágrimas casi se me salen a chorros sin pronunciar palabras y todo por ver un recuerdo de algo que ni siquiera viví. En un segundo y me imaginé todo lo que mi esposo hizo antes de conocerme, las chicas con las que salió, con las que tuvo una relación sentimental, los lugares y amigos que tuvo, la persona que fue... 

No sé si sean los 30s o simplemente estoy teniendo un año nostálgico, pero pareciera que todo me hace voltear atrás para ver lo que solía ser. Es raro pensar que estoy en un momento de mi vida en el que he logrado tanto y aún así hay una fuerza que me impulsa a mirar el pasado, una fuerza que me dice sí, eres feliz ahora pero piensa en la Janeth que solías ser, "¿ella sería feliz en tu situación?", y le digo a esa voz que se calle, que eso no importa porque la persona que fui no volverá y la persona que soy se irá dentro de unos segundos, lo que importa es que disfrute sin estar pensando en el pasado o en el futuro.

No sé si es normal sentirme de esta manera, a veces quiero culpar a mis hormonas que cada vez me traen como si estuviera en una montaña rusa. A veces quiero culpar a los demás por cosas que hacen o dicen, a veces solo quiero estar sola acostada en mi cama y recordar lo que fue. 

Quizá solo siento nostalgia un poquito más que los demás. 

miércoles, 11 de junio de 2025

Erik

Uno de los mejores amigos de mi esposo se llama Erik, y lo conoció en el BAr una noche cuando yo no estaba trabajando, cuando llegó a la casa me contó sobre este hombre alto, gringo como él, joven y completamente ridículo que llegó al bar con los hombros caídos y mirada perdida, pero con ganas de emborracharse hasta olvidar su nombre. Era una de esas noches sin clientes, así que mi esposo se sentó con él y comenzaron a platicar, después de una cereveza Erik le contó que hacía apenas unas semanas que había terminado con su novia con la que había estado por ocho años, incluso se habían comprometido, pero todo había terminado el día en que ella le dijo que ya estaba cansada de viajar, quería regresar a Estados Unidos y él quería seguir viajando sin un destino en especial.

Y todo esto suena bastante "normal", hasta el punto en el que Erik dijo que aunque habían terminado, seguían viviendo juntos en el apartamento que rentaron por seis meses.

-¿Y por qué no se va si ya terminaron? -le preguntó mi esposo.

-Porque no tiene dinero -respondió Erik

Y luego le explicó que ella jamás había pagado una sola factura, que su plan era regresarla a Estados Unidos vía carro (porque tenían un perro bastante grande que no podía viajar en avión), dejarle el carro y dinero para que sobreviviera por un rato y luego regresar.

Lo peor era que Erik ya estaba yendo a citas, y a veces se encontraba por la calle a su -ex- mientras estaba con otra chica y las cosas se ponían incómodas.

-¿Cómo puedes salir con alguien más cuando ella sigue aquí? - le dije yo el día que finalmente lo conocí en persona.

Me explicó que estaba en duelo y que la única manera de superar su ruptura era saliendo con chica tras chica. Y hubiera estado bien, hasta que yo metí mi cucharota y se lo presenté a una de mis mejores amigas. 

Salieron un rato hasta que Erik dejó de contestarle los mensajes, yo no quería decir nada pero estaba avergonzada porque sabía que mi amiga quería algo más formal de lo que Erik podía ofrecer, sabía que él solo buscaba distracciones para no pensar en su futuro. Mi amiga -por algún milagro no se enojó conmigo hasta que meses después nos enteramos de algo que nos dejó con la boca abierta.

Una noche recibí un mensaje de mi amigo Cairo que en ese entonces trabajaba en un bar: "¿conoces a este tipo?" me dijo junto con una captura de pantalla de grinder, "creo que es amigo de Taylor (mi esposo)". Yo vivo a 5 minutos del bar así que fui corriendo a ver en persona el perfil de Erik en grinder. No lo podía creer, pero debí haber sospechado que si andaba con una mujer tras otra, también andaba experimentando con hombres. 

Le conté a mi amiga y aunque fingió que no estaba enojada me dijo que por favor nunca le presentara a alguien más.

martes, 10 de junio de 2025

La realidad aquí

Oficialmente hoy se cumple una semana de que llegué a USA. Hay mucha conmoción por todos lados, o al menos eso es lo que veo en internet, sobre todo en California porque Mr. Trump anda deportando a diestra y siniestra. 
Yo no entiendo en primer lugar por qué la gente se viene para acá, supongo que es por dinero, sí, debe ser por dinero. Lo que sí me parece injusto es que los gringos puedan ir y venir de México como sin nada y que estén invadiendo y comprando casa tras casa y que por su culpa comunidades como en la que crecí se desmoronen. 
Es complicado.
El mundo en el que vivimos nos quiere dividir por todos lados, nos quiere tener peleando por una cosa o por la otra: política, religión, sexualidad, raza, nacionalidad.

"Divide y vencerás", no sé quién dijo eso, pero tenía razón.

Cada día a vida se siente más y más como The Truman Show. Cada día me parece más y más obvio que hay que salir del sistema.

El otro día fuimos a la Ciudad a un concierto y de regreso vimos uno de esos uber que se manejan solos, tenía un montón de luces y cámaras por doquier. Pensé "y ahora vivimos en un episodio de Black Mirror".
La TV no es más que programación mental y propaganda, solo hace falta abrir los ojitos. Pero es más fácil taparlos con unos de esos lentes carísimos de realidad virtual.

No sé cuál es la solución a todo esto, lo más probable es que no la haya. Solo guerras por venir y más momentos que me dejan con un "¿qué fue eso?" en la boca.

domingo, 8 de junio de 2025

Contrabando

Una parte integral de mi vida ahora es que soy una señora casada, y no solo eso, sino que me casé con un americano, por lo que venir a USA en los veranos ya es una tradición. Empecé a venir hace 4 veranos, en 2022, y el primer año todo era emocionante y nuevo: las autopistas con 6 carriles en cada lado, la comida rápida por todos lados, las casas con sus pintorescas fachadas... etc, etc.
Ahora, 4 veranos después, hay poco de qué emocionarse, sobre todo porque no he aprendido a manejar y si no manejas aquí no puedes ir a ningún lado a pie (la vida en los suburbios, yay). 

Este año justo antes de venir, mientras hablaba con gente en el trabajo muchas personas me expresaron su preocupación por el hecho de que quizá no me iban a dejar a entrar a USA, "porque Donald Trump no quiere a los mexicano", "¿y yo qué le importo a ese hombre?" les respondía yo. Porque de verdad, no creí que fuera a haber un solo problema, porque nunca he hecho nada ilegal, ni he sobre pasado mis días de visado o algo por el estilo. Aún así la gente seguía actuando como si yo fuera a cruzar la frontera de contrabando y me fueran a arrestar justo al pisar del otro lado.

Me parece increíble la diferencia entre dos culturas que solo están separadas por un muro. O quizá debería escribir "muro", porque yo jamás lo vi y eso que ya hemos cruzado por carretera. 

Estar en USA es como vivir en la matrix, donde nada parece real; la gente embobada creyendo todo lo que ven en las noticias, o comprando una de las miles de opciones en el súper, o comiendo en restaurantes porciones que parecieran ser para más de 3 personas.

Jamás he visto el atractivo, no sé cómo hay gente cuyo sueño es cruzar hacía acá. Sí, ganas más, pero también sacrificas la vida en una rutina que parece sacada de un libro de George Orwell. Tengo una amiga que ya lleva acá como 6 o 7 años y cada que regresa a México habla de cómo ya quiere regresarse por completo, pero no lo hace y yo no lo entiendo.

Me alegra que mi vida aquí sea solo por unos meses en el verano, espero que se mantenga de esa manera.