Pensamos que el amor se debe sentir como un viento que casi te levanta del suelo,
como perder el aliento después de ver algo hermoso,
como un golpe en el estómago que no te deja respirar en un buen rato:
te agrarras de donde puedes para no perder el equilibrio,
pero terminas cayendo de cualquier forma.
Al menos eso nos hacen creer.
Los libros, las películas, las series de televisión.
¿Dónde puedo sintonizar un amor real?, sin dramas ni jueguitos tontos que no llevan a ningún lado.
¿Dónde puedo ver un amor comprometido?
¿En mis padres?
¿Cómo se siente saber que estás enamorado cuando se trata del amor real?
¿Lo estoy viviendo ahora?
Porque me siento en paz, no siento preocupación alguna de que mi ser amado se vaya a despertar y de un minuto a otro pierda interés en mí.
Porque me siento amada cada día no solo con mensajes bonitos
sino con acciones.
Y nada es perfecto, porque estaría mintiendo,
pero puedo asegurar que nunca sentí un golpe en el estómago, nunca me quitaron el tapete que tenía a mis pies y caí sin tener de donde agarrarme.
Simplemente pasó: ligeramente, con el paso del tiempo.
Porque el amor de verdad, de ese que no se ve en las películas porque es demasiado aburrido, es simple y nunca te cortaría la respiración,
es más como caminar y del otro lado de la banqueta reconocer que la paz ha llegado, que vuelves a la tranquilidad que habías perdido.
