Es esa sensación tan hermosa, sí, esa que te hace despertar y querer moverte; "move like you gonna die soon"...así, sin inhibiciones.
La música es lo mejor. MGMT;JUSTICE;THEWHIP. Son mi droga de cada día, cuando los escucho la cabeza me da mil vueltas y no paro de sonreír. Cuando la música logra eso,
entonces ya no hay más. Ella está ahí, y viene de adentro. Esta hecha con amor, para nosotros, que disfrutamos de movernos sin razón aparente, que disfrutamos cada pequeño
trayecto adornando con música nuestros pasos.
"congratulations" A ustedes que hacen mi día más placentero y me dan orgasmos múltiples.
sábado, 29 de mayo de 2010
lunes, 17 de mayo de 2010
Will you come back around?
¡Vamos a hacer esto! pretendamos que nunca nos conocimos y vamos a ignorarnos mutuamente. Cuando te vea te pondré mala cara, porque me gusta ver que sufres, porque en el fondo me destrozaste con tus acciones.
¿Y cómo no me daba cuenta? NADA de lo que hice fue a propósito;
"Now I think we're taking this too far
Don't you know that it's not this hard?
Well it's not this hard
But if you take what's yours and I take mine
Must we go there?
Please not this time. No, not this time.
Well this is not your fault
But if I'm without you
Then I will feel so small"
Te voy a decir adiós, y te voy a decir adiós esta noche. Porque cuando decidas regresar yo sé que será muy tarde. Pero no me culpes, porque tal vez esta vez sea yo quien decida las cosas, y sé bien que no te va a gustar.
Pero vamos a hacer esto, ¡vamos!; muestrame tu valentía, veamos cuánto tiempo va a tardar.
¿Y cómo no me daba cuenta? NADA de lo que hice fue a propósito;
"Now I think we're taking this too far
Don't you know that it's not this hard?
Well it's not this hard
But if you take what's yours and I take mine
Must we go there?
Please not this time. No, not this time.
Well this is not your fault
But if I'm without you
Then I will feel so small"
Te voy a decir adiós, y te voy a decir adiós esta noche. Porque cuando decidas regresar yo sé que será muy tarde. Pero no me culpes, porque tal vez esta vez sea yo quien decida las cosas, y sé bien que no te va a gustar.
Pero vamos a hacer esto, ¡vamos!; muestrame tu valentía, veamos cuánto tiempo va a tardar.
jueves, 13 de mayo de 2010
Miracle
Estaba pensando, que la vida se nos va. Y cuando eso viene por nosotros, ¿quién se sentirá listo? Yo creo que nadie. Y es seguro todos tendremos cosas pendientes, nadie está a salvo del “lo que pude haber hecho”. Es entonces que eso se va y nos deja vagando por el mundo. Somos fuerzas invisibles, fantasmas que buscan caminos, que forjan una lucha interna por encontrar la paz.
Yo sí creo que hay algo más. Algo por qué luchar. No creo que nos hayan puesto aquí sin razón aparente, nada aquí es coincidencia, nada acontece por que sí.
Y cuando eso me pase, yo no quiero irme, no. Quiero estar vagando, como una luz que busca a quien encender. Sé que hay algo más, allá afuera nos está esperando. A veces más cerca, a veces más lejos. Pero el peligro está en cada cosa que nos rodea, y la muerte está esperando detrás de él.
Depende de mí y depende de cada quien como vivir su vida, porque nadie decide por alguien más.
Yo ya decidí, y decidí que mi vida no la voy a desperdiciar, no. Ya no.
Yo sí creo que hay algo más. Algo por qué luchar. No creo que nos hayan puesto aquí sin razón aparente, nada aquí es coincidencia, nada acontece por que sí.
Y cuando eso me pase, yo no quiero irme, no. Quiero estar vagando, como una luz que busca a quien encender. Sé que hay algo más, allá afuera nos está esperando. A veces más cerca, a veces más lejos. Pero el peligro está en cada cosa que nos rodea, y la muerte está esperando detrás de él.
Depende de mí y depende de cada quien como vivir su vida, porque nadie decide por alguien más.
Yo ya decidí, y decidí que mi vida no la voy a desperdiciar, no. Ya no.
domingo, 9 de mayo de 2010
rfguyefhjksz
Avatar es mi película favorita. No, no es cierto. Mi película favorita se llama Fucking Amäl. Pero bueno, no importa. Yo aprendí que no debo recomendar lo que me gusta, no, no lo
haré. Siempre terminan diciendome; la verdad, no me agradó. Que mal, de todas formas a mi no me gustó tampoco...lo que tú me recomendaste, claro.
Jamás logro complacer a nadie. Por eso prefiero quedarme callada. Y cuando conozco a gente nueva, sé que allí viene la pregunta... "qué música/película/libro es tu favorito" a
veces me gustaría no-contestar. Me ofende que me digan "no los conozco, no lo he escuchado, no la he visto" ¿para qué me preguntas? inculto que escuchas regaeton, y que no has
leído un libro de verdad en tu vida. ¡Y no sabías quien es Paulo Coelho!
Lo vivido no siempre es lo mejor, eso lo aprendí de Stephen King.
haré. Siempre terminan diciendome; la verdad, no me agradó. Que mal, de todas formas a mi no me gustó tampoco...lo que tú me recomendaste, claro.
Jamás logro complacer a nadie. Por eso prefiero quedarme callada. Y cuando conozco a gente nueva, sé que allí viene la pregunta... "qué música/película/libro es tu favorito" a
veces me gustaría no-contestar. Me ofende que me digan "no los conozco, no lo he escuchado, no la he visto" ¿para qué me preguntas? inculto que escuchas regaeton, y que no has
leído un libro de verdad en tu vida. ¡Y no sabías quien es Paulo Coelho!
Lo vivido no siempre es lo mejor, eso lo aprendí de Stephen King.
miércoles, 5 de mayo de 2010
Just keep on cramming ideas down my throat
¿Por qué me siento así? Tan asqueada de tanta porquería. Y es que estaba tratando de encontrarle una explicación; a las mentiras, a los engaños, al amor, a los corazones rotos.
Y es siempre lo mismo, hay alguien, quien sea, que debe comprender cómo es que me siento.
Tengo ánimos, ánimos de seguir adelante. Y cuantas ganas de que alguien venga, me abrace…y me diga que estaré bien. Pero no. No porque la persona que quiero no me quiere, quiere a alguien más, y ella lo quiere a él. ¿Y yo dónde quedo? ¿Qué hago?
Qué cosas. Que vida. Y no me voy a quejar, no. Yo voy a salir adelante.
Y es siempre lo mismo, hay alguien, quien sea, que debe comprender cómo es que me siento.
Tengo ánimos, ánimos de seguir adelante. Y cuantas ganas de que alguien venga, me abrace…y me diga que estaré bien. Pero no. No porque la persona que quiero no me quiere, quiere a alguien más, y ella lo quiere a él. ¿Y yo dónde quedo? ¿Qué hago?
Qué cosas. Que vida. Y no me voy a quejar, no. Yo voy a salir adelante.
"Así que, no viviré 'feliz' ,
el amor no es todo lo que necesito.
Para de forzar tus frases inspiracionales por mi garganta.
Lloraré si lo deseo,
reiré si lo deseo, haré el amor si lo deseo.
Porque la vida no es acerca de
ser feliz todo el tiempo y
encontrar a la persona que te complete.
Es acerca de tener experiencias. Es acerca de llorar,
odiar, desear y ser desepcionado. Y si, yo
admito que las cosas buenas suceden.
Es por eso que tienes que experimentar lo peor. Para
sentir lo mejor."
sábado, 1 de mayo de 2010
Cuando vinieron por nosotros.
La batalla había terminado hacía ya algunos días, Stephanye caminaba sobre la fría arena, tomada de la mano de su madre. Se preguntaba por qué todos estaban tan tristes aún, ya no había más problemas. Recordó cómo en plena batalla un hombre que le había resultado muy conocido la había tomado del brazo, evitando que los seres malignos que la gente llamaba Eugys se la llevaran como a los demás niños. Fue entonces que vino a su mente el hecho de que no había un solo niño o niña en la aldea, ella era la única excepción.
-Extraño a todos los niños, en especial a los pequeños, siempre jugando –dijo a su madre –no puedo evitar pensar en ese día, ¿por qué mamá?, ¿por qué tenían que llevárselos?
Su madre apenas podía caminar por el frío, en su corazón el dolor seguía presente, trató de ser fuerte y sólo dijo:
-Yo también los extraño –Mientras una lágrima se deslizaba silenciosamente por su mejilla.
Llegaron a casa y Stephanye se asombró al ver que estaban ahí reunidos algunos habitantes del pueblo.
-Stephye, amor necesito decirte algo –dijo su madre.
Ella no lograba comprender de qué se trataba todo aquello, escuchaba demasiados murmullos: “dilo ya”, “¿qué está esperando?”. Su corazón se sobresaltó al volver a escuchar la voz de su madre, en esa ocasión Stephanye podía distinguir cierto dolor en sus palabras.
-Hay algo que debes saber –Le tomó del brazo y la condujo al patio trasero, los demás la siguieron en silencio.
-Mamá, esto me asusta, ¿por qué está toda esta gente aquí? –Además de toda esa gente reunida, en el patio trasero también se distinguía una presencia sobrenatural, para ella esa presencia resultaba aterradora, parecía que todos estaban esperando que se desatara una batalla, pero algo en su corazón le indicaba que estaría a salvo.
-Stephanye, sabes que te amo y yo….-Las palabras de aquella mujer fueron sustituidas por lágrimas, un hombre mayor, conocido y respetado por todo el pueblo, tomó la palabra.
-Ya es suficiente, tú sabes que hemos estado buscando la solución a todo esto, –dijo dirigiéndose a Stephanye–pues parece que tú eres la respuesta.
Aquel viejo le explicó que la desaparición de los niños se debía a que el pueblo estaba asentado en un lugar prohibido, que hace muchos años el bisabuelo de Stephanye había hecho un trato con los dueños del lugar, unas creaturas llamadas Eugys, para que les permitieran seguir viviendo allí, pero la fecha había llegado al límite, provocando que se desatara la fría guerra de la que ella había sido testigo.
-Tú conoces el poder que tienen los Eugys, ellos son creaturas despiadadas que no conocen la bondad. –Le dijo su madre, que parecía haberse recuperado- Todos en el pueblo intentamos hacerles ver que no estamos causando daño a sus tierras, sólo queríamos que supieran que este es el lugar donde hemos crecido, es todo lo que tenemos. Pero ellos no estuvieron dispuestos a cooperar.
El resto de la historia Stephanye la conocía muy bien, aún así tuvo que escucharla de los labios de su madre, le contó a ella y a todos los presentes que los Eugys habían regresado a la tierra sólo para llevarse a todos los niños de la aldea. Esas creaturas lo consideraron la mejor de las venganzas. Todos en el pueblo lucharon, pero fue en vano, lo único que sabían hasta el momento es que los pequeños estaban lejos de ahí. Mientras ella escuchaba la historia, pudo distinguir cierta tensión en el ambiente.
-¿Cómo es que yo me salve? –preguntó Stephanye tímidamente.
Su madre parecía de nuevo alterada, todo su cuerpo temblaba mientras hablaba.
-Debes saberlo ya, todos en la aldea estaban rezando, buscando pistas y esperando encontrar alguna evidencia que pudiera ayudar. Pero yo tenía la respuesta, sabía que tú eras nuestra salvadora.
-Yo pude ver que alguien me salvó de los Eugys. Mamá yo… ¿era mi papá? ¿Él regresó?
Stephanye parecía al fin comprender todo.
Fue entonces que sucedió. Todos los presentes se quedaron sin aliento, una creatura de aspecto aterrador se posó ante sus ojos, su sola presencia era increíblemente atemorizante, a diferencia de los humanos, aquel Eugy tenía un tamaño imponente y sin duda alguna aquella creatura era extremadamente poderosa.
-Stephanye hija, tu padre ha regresado sólo para que luches con él, eres la única que nos puede salvar, eres la elegida, busca el poder dentro de ti.
En el fondo del corazón de Stephanye, la voz de su padre se escuchó más clara que nunca “Él quiere acabar con nosotros, puede matarnos, pero no logrará destruir lo que somos, nuestro espíritu estará intacto”.
Sabía que su padre estaba a su lado, pudo sentir como una fuerza superior se apoderaba de ella y tomaba cada parte de su ser. Ya no era aquella presencia la que la atemorizaba, sino el hecho de saber que su madre estaba corriendo peligro. Hizo un gesto que nadie más pudo entender y se lanzó al combate, ya no importaba el peligro, no importaba la vida, importaba el hecho de que ella y su padre ahora eran una sola alma, y juntas encontrarían la respuesta. “podemos hacerlo, estoy aquí, no te dejaré sola” de nuevo aquella voz se escuchó en su corazón.
Tomo fuerza y lanzo un gran puñetazo al vientre del Eugy, pero el monstruo pareció reír ante tal muestra de combate. En cambio él, con sólo una mínima parte de su fuerza, hizo que Stephanye cayera directo a una roca, haciéndole temblar del dolor.
-¡NO! – la voz de su madre retumbo en sus oídos.
Trató de buscar algo, lo que fuese, esta vez no haría tanteos ni buscaría una acción rápida, pensaría en una solución que realmente pudiese salvarla a ella y a todo el pueblo. Si quería combatir y salir victoriosa, tendría que pensar como un Eugy y ser igual de despiadada que él. Debía transformar su tristeza y dolor en coraje y fuerza.
Y entonces llegó la respuesta, pero vino acompañada de miedo. Ella era la elegida, era la salvadora y ahora sabía lo que eso implicaba. Debía marcharse, formar parte del mundo de los muertos. Por eso su mamá había estado tan triste, por eso había llorado; el dolor en su piel. El dolor que su madre había sentido ahora lo estaba sintiendo ella. Y por la razón de su vida ahora su padre estaba acompañándola. Estaba junto a ella, lo sentía dentro de sí. Pero ahora que sabía la respuesta estaba alejándose, estaba dándole tiempo de asimilar la situación.
Junto el valor necesario y salió en dirección al Eugy. Parecía estar sonriéndole, pero en el fondo estaba reconociendo el valor de la niña.
Y en su muerte no sufrió, solo resintió el hecho de no poder despedirse de su madre, quería decirle lo mucho que la amaba, quería decirle que ella estaría bien, que ahora su padre y ella estarían acompañándose eternamente.
Tomó la mano de su padre, que estaba esperándola. Sólo sonrío y escucho como le decía “Estoy orgulloso de ti, descubriste que eras la pieza clave. Ahora tu madre y los habitantes del pueblo podrán dormir en paz. Los niños han vuelto, y tú has vuelto al lugar donde perteneces; con el Creador”
Stephanye veía desde su lugar de origen al pueblo, habían pasado apenas unos meses desde que ella había muerto, y todo parecía tan calmado. Tan misterioso como siempre había sido. Su madre; la veía disfrutando de la compañía de los niños. Cada noche hablaba con ella, le contaba acerca del Creador y de cómo somos todos piezas de un gran rompecabezas que aún está por completarse. Sostuvo la mano de su padre y juntos recorrieron una gran distancia, su lugar en el rompecabezas ya estaba descifrado, ahora era tiempo de descansar.
-Extraño a todos los niños, en especial a los pequeños, siempre jugando –dijo a su madre –no puedo evitar pensar en ese día, ¿por qué mamá?, ¿por qué tenían que llevárselos?
Su madre apenas podía caminar por el frío, en su corazón el dolor seguía presente, trató de ser fuerte y sólo dijo:
-Yo también los extraño –Mientras una lágrima se deslizaba silenciosamente por su mejilla.
Llegaron a casa y Stephanye se asombró al ver que estaban ahí reunidos algunos habitantes del pueblo.
-Stephye, amor necesito decirte algo –dijo su madre.
Ella no lograba comprender de qué se trataba todo aquello, escuchaba demasiados murmullos: “dilo ya”, “¿qué está esperando?”. Su corazón se sobresaltó al volver a escuchar la voz de su madre, en esa ocasión Stephanye podía distinguir cierto dolor en sus palabras.
-Hay algo que debes saber –Le tomó del brazo y la condujo al patio trasero, los demás la siguieron en silencio.
-Mamá, esto me asusta, ¿por qué está toda esta gente aquí? –Además de toda esa gente reunida, en el patio trasero también se distinguía una presencia sobrenatural, para ella esa presencia resultaba aterradora, parecía que todos estaban esperando que se desatara una batalla, pero algo en su corazón le indicaba que estaría a salvo.
-Stephanye, sabes que te amo y yo….-Las palabras de aquella mujer fueron sustituidas por lágrimas, un hombre mayor, conocido y respetado por todo el pueblo, tomó la palabra.
-Ya es suficiente, tú sabes que hemos estado buscando la solución a todo esto, –dijo dirigiéndose a Stephanye–pues parece que tú eres la respuesta.
Aquel viejo le explicó que la desaparición de los niños se debía a que el pueblo estaba asentado en un lugar prohibido, que hace muchos años el bisabuelo de Stephanye había hecho un trato con los dueños del lugar, unas creaturas llamadas Eugys, para que les permitieran seguir viviendo allí, pero la fecha había llegado al límite, provocando que se desatara la fría guerra de la que ella había sido testigo.
-Tú conoces el poder que tienen los Eugys, ellos son creaturas despiadadas que no conocen la bondad. –Le dijo su madre, que parecía haberse recuperado- Todos en el pueblo intentamos hacerles ver que no estamos causando daño a sus tierras, sólo queríamos que supieran que este es el lugar donde hemos crecido, es todo lo que tenemos. Pero ellos no estuvieron dispuestos a cooperar.
El resto de la historia Stephanye la conocía muy bien, aún así tuvo que escucharla de los labios de su madre, le contó a ella y a todos los presentes que los Eugys habían regresado a la tierra sólo para llevarse a todos los niños de la aldea. Esas creaturas lo consideraron la mejor de las venganzas. Todos en el pueblo lucharon, pero fue en vano, lo único que sabían hasta el momento es que los pequeños estaban lejos de ahí. Mientras ella escuchaba la historia, pudo distinguir cierta tensión en el ambiente.
-¿Cómo es que yo me salve? –preguntó Stephanye tímidamente.
Su madre parecía de nuevo alterada, todo su cuerpo temblaba mientras hablaba.
-Debes saberlo ya, todos en la aldea estaban rezando, buscando pistas y esperando encontrar alguna evidencia que pudiera ayudar. Pero yo tenía la respuesta, sabía que tú eras nuestra salvadora.
-Yo pude ver que alguien me salvó de los Eugys. Mamá yo… ¿era mi papá? ¿Él regresó?
Stephanye parecía al fin comprender todo.
Fue entonces que sucedió. Todos los presentes se quedaron sin aliento, una creatura de aspecto aterrador se posó ante sus ojos, su sola presencia era increíblemente atemorizante, a diferencia de los humanos, aquel Eugy tenía un tamaño imponente y sin duda alguna aquella creatura era extremadamente poderosa.
-Stephanye hija, tu padre ha regresado sólo para que luches con él, eres la única que nos puede salvar, eres la elegida, busca el poder dentro de ti.
En el fondo del corazón de Stephanye, la voz de su padre se escuchó más clara que nunca “Él quiere acabar con nosotros, puede matarnos, pero no logrará destruir lo que somos, nuestro espíritu estará intacto”.
Sabía que su padre estaba a su lado, pudo sentir como una fuerza superior se apoderaba de ella y tomaba cada parte de su ser. Ya no era aquella presencia la que la atemorizaba, sino el hecho de saber que su madre estaba corriendo peligro. Hizo un gesto que nadie más pudo entender y se lanzó al combate, ya no importaba el peligro, no importaba la vida, importaba el hecho de que ella y su padre ahora eran una sola alma, y juntas encontrarían la respuesta. “podemos hacerlo, estoy aquí, no te dejaré sola” de nuevo aquella voz se escuchó en su corazón.
Tomo fuerza y lanzo un gran puñetazo al vientre del Eugy, pero el monstruo pareció reír ante tal muestra de combate. En cambio él, con sólo una mínima parte de su fuerza, hizo que Stephanye cayera directo a una roca, haciéndole temblar del dolor.
-¡NO! – la voz de su madre retumbo en sus oídos.
Trató de buscar algo, lo que fuese, esta vez no haría tanteos ni buscaría una acción rápida, pensaría en una solución que realmente pudiese salvarla a ella y a todo el pueblo. Si quería combatir y salir victoriosa, tendría que pensar como un Eugy y ser igual de despiadada que él. Debía transformar su tristeza y dolor en coraje y fuerza.
Y entonces llegó la respuesta, pero vino acompañada de miedo. Ella era la elegida, era la salvadora y ahora sabía lo que eso implicaba. Debía marcharse, formar parte del mundo de los muertos. Por eso su mamá había estado tan triste, por eso había llorado; el dolor en su piel. El dolor que su madre había sentido ahora lo estaba sintiendo ella. Y por la razón de su vida ahora su padre estaba acompañándola. Estaba junto a ella, lo sentía dentro de sí. Pero ahora que sabía la respuesta estaba alejándose, estaba dándole tiempo de asimilar la situación.
Junto el valor necesario y salió en dirección al Eugy. Parecía estar sonriéndole, pero en el fondo estaba reconociendo el valor de la niña.
Y en su muerte no sufrió, solo resintió el hecho de no poder despedirse de su madre, quería decirle lo mucho que la amaba, quería decirle que ella estaría bien, que ahora su padre y ella estarían acompañándose eternamente.
Tomó la mano de su padre, que estaba esperándola. Sólo sonrío y escucho como le decía “Estoy orgulloso de ti, descubriste que eras la pieza clave. Ahora tu madre y los habitantes del pueblo podrán dormir en paz. Los niños han vuelto, y tú has vuelto al lugar donde perteneces; con el Creador”
Stephanye veía desde su lugar de origen al pueblo, habían pasado apenas unos meses desde que ella había muerto, y todo parecía tan calmado. Tan misterioso como siempre había sido. Su madre; la veía disfrutando de la compañía de los niños. Cada noche hablaba con ella, le contaba acerca del Creador y de cómo somos todos piezas de un gran rompecabezas que aún está por completarse. Sostuvo la mano de su padre y juntos recorrieron una gran distancia, su lugar en el rompecabezas ya estaba descifrado, ahora era tiempo de descansar.
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