Faltan exactamente 3 días para que cumpla 21, y esperaba tal vez salir a celebrar un poco y emborracharme y olvidarme de todos por un momento, al menos. Pero resulta que no, resulta que mis amigas (como siempre) me cancelan a último momento y pues qué más da. Supongo que puedo quedarme en casa el fin de semana, supongo que puedo comprar una botella de whisky barato y acabarmela yo sola. Porque ya no sé a quién más pedirle que me acompañe. Y sí ,lo sé, suena bastante patético, pero no tengo muchos amigos: los puedo contar con los dedos de 1 sola mano, pero está bien, siempre he estado bien siendo así: solitaria. Incluso ahora, que tengo una compañera de cuarto: es extraño, siento como si estar cerca de las personas (físicamente) me hace alejarme de ellas. Me ha pasado antes, pasará otra vez.
Quería celebrar, quería bailar hasta que dieran las 12 am y quería recibir una llamada, quería ver en mi celular tu nombre y que me dijeras ¡Felicidades!, quería pasar la noche contigo y besarte hasta que los labios se me entumieran y quería que todo mi cuerpo se llenara de tu aroma. Quería que me abrazaras y me susurraras que me quieres como a nadie en el mundo, quería salir a pasear contigo, tomados de la mano; quería que la gente nos viera, que fuéramos al malecón como lo hicimos cuando cumplí 18 años, que comiéramos pizza y nos perdiéramos mirando las estrellas, mirando el mar y los barcos.
Quería tener 17 otra vez, o tal vez incluso 18.
Quería tenerte a ti como regalo perfecto de cumpleaños.
Quería...Quería...
"Pronto...pronto...un día...pronto..."
21 años que se sienten como un golpe al corazón. Como una carcajada del destino, si es que existe.
Faltan 3 días para soplar las velas y pedir un deseo. Solo espero que se haga realidad.
jueves, 6 de noviembre de 2014
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