La cosa es que cuando estas lejos aprendes demasiadas cosas. Y aprendes todavía más cuando estás sola.
Aprendes que el frío sí es soportable, que en realidad solo las manos parecen no querer adaptarse al clima.
Aprendes que puedes ir a la biblioteca sola, que puedes sentarte y olvidarte del mundo.
Aprendes a tomar camiones, a pedir ubers, a creer en que a pesar de todo llegaras a tu destino. Y si, quizá a medio camino ocupes pedir indicaciones, pero todo resulta bien al final.
Aprendes a calmar tu frustración. A pedir segundas opiniones, a llorar cuando es necesario y a secarte las lágrimas y seguir tu camino.
Aprendes que puedes gastar tu dinero en las cosas más simples. Que debes tener prioridades y saberte administrar.
Aprendes que a veces prefieres comprar cosas para otros en vez de para ti. Pues eso te hace aún más feliz.
Aprendes que las dietas demasiado estrictas a veces se van a romper, y está bien. Puedes comer de todo y ser feliz, puedes dejar de comer algunas cosas y seguir siendo tú misma.
Aprendes que no tienes que mandar ciertos mensajes. No quieres avergonzarte a ti misma. Pero cuando lo hagas, sabes que la vida sigue.
Aprendes a dejar de esperar a que los chicos vengan a ti, tú puedes salir a buscarlos, pero ahora mismo, no te apresures. Estás en la etapa de tu vida en la que todo parece estar en paz.
Estás sola.
Estás bien.
Viajaste lejos y nada ha pasado aún. Las cosas siguen estando en el mismo lugar. Tu regresarás a casa con tus sueños intactos, pero con experiencias que te hacen más sabia. Viajaste y te enamoraste...
Aprendiste a amarte, al fin.
jueves, 26 de enero de 2017
miércoles, 18 de enero de 2017
Días de verano
Una vez que se fueron aquellos días me quedé con un vacío dentro de mí.
Quise pedirme perdón pero las palabras que estaban en mi cabeza se encontraban en prisiones y no encontraban una manera de escapar, de liberarme.
Y tú, tan lejos de mí, lo único que sabía con certeza era que nos separaban millones de obstáculos, y yo hubiera hecho hasta lo imposible por superarlos todos, por escalarlos, o derribarlos, incluso hubiera cavado pozos con mis propias manos, todo con tal de salir y verte ahí, con las llaves en tus manos.
Pero el viento te llevó, te arrastró hacía un camino que nunca logré comprender y yo me quedé en medio de aquella tormenta, preguntándome si algún día las nubles negras cambiarían su color, o si el viento terminaría por traerte de vuelta.
No tuve oportunidad de decirte adiós, de despedirme y decir todas las palabras que mi corazón atesoraba y guardaba en un cajón con tu nombre escrito en él.
Tú ausencia llegó y los días de verano me quemaron, ya no disfrutaba del sol, sino que sentía como todo alrededor se convertía en un incendio que terminaría por expandirse y me alcanzaría.
Quise pedirme perdón, por el tiempo que pasé extrañando a un recuerdo, por los días que perdí, por los momentos que no sucedieron y los recuerdos que simplemente no existieron.
Me encerré, puse llave a todo lo que tenía cerradura, incluso a mi corazón.
Y la soledad se convirtió en mi amiga, en mi eterna compañera, y yo, era la reina de la desgracia.
Si pudiera volver atrás me diría "lo siento", casi a gritos, por todo el sufrimiento innecesario, por la juventud que desperdicié, por el verano que prometía cosas hermosas y se mostraba alegre y yo terminé despreciandolo, por los chicos que no conocí, por las amistades que acabaron.
Nadie nunca sabrá que sigo pensando en ti, que aquellos días llenos de sufrimiento vienen a mí cada día para recordarme, casi como un susurro, que el dolor está dentro de mí, que un día te fuiste y que desde entonces no has vuelto a aparecer, ni siquiera como una visión en medio del desierto.
Nadie adivinaría que aún anhelo aquellos días, en donde todo alrededor me hacía sentir algo: miseria, desprecio, tristeza.
No es justo que te fueras así, que dejaras las palabras que tienen el poder de liberarme encarceladas y te llevaras la llave.
Espero que un día los vientos calurosos de un verano te traigan de vuelta, abras la puerta, me veas ahí y entonces mis palabras saldrán casi como mil mariposas disparadas en todas direcciones: seré libre, las nubes volverán a ser azules, los vientos no vendrán a robar las cosas que amo y el sol ya no provocará incendios en mí.
*Inspirado en "Días de verano" de Amaral
Quise pedirme perdón pero las palabras que estaban en mi cabeza se encontraban en prisiones y no encontraban una manera de escapar, de liberarme.
Recordaba aquel verano como el más oscuro y triste de mis días, y lo peor era pensar que justo un año antes había sido tan feliz.
Supongo que simplemente estaba cumpliendo un ciclo, un círculo sin fin que se reía en mis narices.
Supongo que simplemente estaba cumpliendo un ciclo, un círculo sin fin que se reía en mis narices.
Y tú, tan lejos de mí, lo único que sabía con certeza era que nos separaban millones de obstáculos, y yo hubiera hecho hasta lo imposible por superarlos todos, por escalarlos, o derribarlos, incluso hubiera cavado pozos con mis propias manos, todo con tal de salir y verte ahí, con las llaves en tus manos.
Pero el viento te llevó, te arrastró hacía un camino que nunca logré comprender y yo me quedé en medio de aquella tormenta, preguntándome si algún día las nubles negras cambiarían su color, o si el viento terminaría por traerte de vuelta.
No tuve oportunidad de decirte adiós, de despedirme y decir todas las palabras que mi corazón atesoraba y guardaba en un cajón con tu nombre escrito en él.
Tú ausencia llegó y los días de verano me quemaron, ya no disfrutaba del sol, sino que sentía como todo alrededor se convertía en un incendio que terminaría por expandirse y me alcanzaría.
Quise pedirme perdón, por el tiempo que pasé extrañando a un recuerdo, por los días que perdí, por los momentos que no sucedieron y los recuerdos que simplemente no existieron.
Me encerré, puse llave a todo lo que tenía cerradura, incluso a mi corazón.
Y la soledad se convirtió en mi amiga, en mi eterna compañera, y yo, era la reina de la desgracia.
Si pudiera volver atrás me diría "lo siento", casi a gritos, por todo el sufrimiento innecesario, por la juventud que desperdicié, por el verano que prometía cosas hermosas y se mostraba alegre y yo terminé despreciandolo, por los chicos que no conocí, por las amistades que acabaron.
Nadie nunca sabrá que sigo pensando en ti, que aquellos días llenos de sufrimiento vienen a mí cada día para recordarme, casi como un susurro, que el dolor está dentro de mí, que un día te fuiste y que desde entonces no has vuelto a aparecer, ni siquiera como una visión en medio del desierto.
Nadie adivinaría que aún anhelo aquellos días, en donde todo alrededor me hacía sentir algo: miseria, desprecio, tristeza.
No es justo que te fueras así, que dejaras las palabras que tienen el poder de liberarme encarceladas y te llevaras la llave.
Espero que un día los vientos calurosos de un verano te traigan de vuelta, abras la puerta, me veas ahí y entonces mis palabras saldrán casi como mil mariposas disparadas en todas direcciones: seré libre, las nubes volverán a ser azules, los vientos no vendrán a robar las cosas que amo y el sol ya no provocará incendios en mí.
*Inspirado en "Días de verano" de Amaral
viernes, 13 de enero de 2017
Maleza
Cuando veo atrás, y te veo ahí, me doy cuenta de que pude haber llenado un jardín con las flores que me ofrecías: flores de verdad, llenas de amor y no de malas intenciones.
El problema es que yo nunca quise aceptarlas, porque en mi historia de vida he aprendido a aceptar a la maleza en vez de las flores, porque prefiero todo aquello que se arrastra por la tierra y destruye todo a su paso. Y la maleza, al igual que la historia, nunca deja de crecer y de repetirse.
Veo alrededor y nada me parece suficiente, y sé que al menos tú me enseñaste a querer, pero quizá aprendí de la forma equivocada, porque a pesar de todas aquellas flores hermosas, la maleza se abría paso y no me permitía admirar la belleza.
Y me veo a mí misma ahora, extrañando a los chicos que llenaron mi jardín con espinas, haciendo cualquier cosa con tal de no sentirme solitaria, y es que dios sabe que el sexo es una buena manera para olvidar la soledad, aunque sea por momentos.
Tengo todo este jardín lleno de maleza, tengo a chicos que siguen cultivándola para mí, haciéndome sentir miserable, haciéndome creer que jamás podré ver una flor de nuevo, que jamás volverán a crecer o quizá nunca las planté, ya no recuerdo.
Intenté antes y lo volveré a intentar, quiero acabar con todos, arrancarlos de raíz. Pero el tiempo pasa, se acaba, las flores no crecen y la maleza sigue esparciéndose, sigue creciendo.
Lo peor fue darme cuenta de que no solo está a mi alrededor, sino que también está dentro de mí, y ya no sé qué más hacer, si cuando abro los ojos la veo, cuando los cierro puedo sentirla, y sé que estará ahí para siempre.
*Inspirado en Weeds, de Marina and the Diamons.
viernes, 6 de enero de 2017
¿Y si pasa?
-Yo creo que te vas a quedar sola - me dijo.
-¿Qué quieres decir? -respondí.
-Conozco a muchas psicólogas y a ninguna le ha ido bien en el amor.
-Sí, bueno, yo tuve unas maestras a las que sí les ha ido bien.
-Aún así creo que te vas a quedar sola.
Me quedé pensando por mucho tiempo. Cambiamos la conversación, hablamos de muchas más cosas, pero al final, yo seguía con sus palabras en la mente.
-¿Y si de verdad pasa? - le pregunté.
-¿Qué cosa?
-¿Y si nos quedamos solteros por siempre?, porque quiero decir, tú tampoco has tenido una novia, una real.
-Bueno -pensó -entonces nos compramos una casa...
-...¡Y hacemos fiestas diario! -lo interrumpí, ambos reímos.
-Quién sabe qué vaya a pasar - dijo finalmente. - Tal vez de verdad se cumpla eso de que te vas a casar con un hombre de mala ortografía, tal vez mañana encuentres a alguien, pero a fin de cuentas, tú y yo, siempre vamos a estar juntos.
-¿Qué quieres decir? -respondí.
-Conozco a muchas psicólogas y a ninguna le ha ido bien en el amor.
-Sí, bueno, yo tuve unas maestras a las que sí les ha ido bien.
-Aún así creo que te vas a quedar sola.
Me quedé pensando por mucho tiempo. Cambiamos la conversación, hablamos de muchas más cosas, pero al final, yo seguía con sus palabras en la mente.
-¿Y si de verdad pasa? - le pregunté.
-¿Qué cosa?
-¿Y si nos quedamos solteros por siempre?, porque quiero decir, tú tampoco has tenido una novia, una real.
-Bueno -pensó -entonces nos compramos una casa...
-...¡Y hacemos fiestas diario! -lo interrumpí, ambos reímos.
-Quién sabe qué vaya a pasar - dijo finalmente. - Tal vez de verdad se cumpla eso de que te vas a casar con un hombre de mala ortografía, tal vez mañana encuentres a alguien, pero a fin de cuentas, tú y yo, siempre vamos a estar juntos.
martes, 3 de enero de 2017
28 day reset challenge - Blogilates
Desde ayer, empecé con un "challenge" que publicó mi gurú favorita en cuanto al ejercicio se trata: Cassey Ho, o mejor conocida como Blogilates. Se trata de un reto bastante complicado, pero que creo que a la larga a todos les haría bien. Es por eso que quise compartirlo aquí y traducirlo, por si a alguien más le interesa y quiere intentar.
Se trata de que por 28 días, uno no puede consumir lo siguiente:
Se trata de que por 28 días, uno no puede consumir lo siguiente:
- Lácteos. Nada de leche, queso, mantequilla, yogurt, helado.
- Gluten. Nada de pan blanco, galletas, cereales, postres, etc.
- Azúcar añadida. No refrescos, bebidas energéticas, postres, cereales, aderezos de ensalada, barras de granola.
- Comida procesada. No cereales empaquetados, pan, sabritas, galletas, sopas, comidas para microondas, en general, nada de comida que esté enlatada o empaquetada.
- No Alcohol.
Y ya sé que parece que no se puede comer -casi nada, pero bueno, si nos ponemos creativos, hay bastantes opciones, por ejemplo hoy yo comí sopa de coliflor y frijoles, no he tomado otra cosa que no sea agua natural y agua de coco y de snacks, he comido fruta, fruta y más fruta. Mañana voy a salir con mi familia, y lo más seguro es que coma algo como alguna ensalada o pollo con verduras, no sé, pero bueno, todo se soluciona en esta vida.
Y bien, uno deja de comer todo esto por 28 días, y en el día 29, tiene que volver a integrar los lácteos a su dieta, para ver cómo se siente, qué efectos provoca y todo eso, después de unos 4 o 5 días, ya se puede comer gluten, igual, checando cómo reacciona el cuerpo. Cassey no recomienda volver a consumir azúcar añadida o comidas procesadas y yo estoy de acuerdo, pero bueno, es difícil, así que sí desean hacerlo, se hace 4 o 5 días después del gluten.
Claro está, este reto no se trata solo de comida, sino de hacer ejercicio, Cassey propone hacer ejercicio 6 veces a la semana. Actualmente yo solo hago 4 días, entonces, veré si logro integrar 2 días más.
Eso es básicamente todo, Cassey explica más cosas e incluso agrega las cosas que está "OK" comer, algunas opciones y ejemplos de comida, pueden leer todo aquí: CLIC.
lunes, 2 de enero de 2017
Hola, 2017
¡Hola al nuevo año!
No escribí estos días porque no tenía mi laptop conmigo y bueno, muchas cosas pasaron. El fin de año, el sábado, estuve todo el día con mis papás y en la noche fuimos a cenar con la familia, estuvo divertido, y después, me vi con mis amigos para celebrar, y resultó, que como hace 1 año, terminé celebrando con personas que jamás me imaginé que iba a pasarlo. Son los amigos de mi mejor amigo, y en algún momento el y yo tuvimos muchas discusiones porque a él no le agradaban mis amigos y a mí no me agradaban los de él, pero de alguna manera (bueno, la verdad es que estoy saliendo con uno de sus amigos) terminé por convivir con todos ellos y me aceptaron y todo estuvo bien.
Bailamos, tomamos, estuvimos yendo de un lado a otro, a la playa, a seguir tomando y bailando sin parar. Y sí, tuve a alguien a quien besar a media noche. No es nada serio, ni siquiera sé qué va a pasar, pero me huele a que voy a terminar con el corazón roto si me enamoro, así que estoy tomando todo con calma.
A las 6 am nos fuimos a dormir, y yo regresé a casa a las 12 pm.
2017, un año más.
Quién sabe que vaya a pasar, ya no quiero hacer planes porque no logro cumplirlos, a veces, creo que soy más bien espontánea.
Solo quiero ser feliz, y en estos momentos, la felicidad sí se encuentra aquí y ahora, con mi trabajo y en el lugar en donde vivo. Pero sé que en algún momento voy a terminar yéndome. Lo deseo.
Muchas cosas, espero llevarme muchas sorpresas.
Un año más, uno del que ya no espero nada, quiero que todo pase porque tiene que pasar. Por ahora, a seguir adelante.
No escribí estos días porque no tenía mi laptop conmigo y bueno, muchas cosas pasaron. El fin de año, el sábado, estuve todo el día con mis papás y en la noche fuimos a cenar con la familia, estuvo divertido, y después, me vi con mis amigos para celebrar, y resultó, que como hace 1 año, terminé celebrando con personas que jamás me imaginé que iba a pasarlo. Son los amigos de mi mejor amigo, y en algún momento el y yo tuvimos muchas discusiones porque a él no le agradaban mis amigos y a mí no me agradaban los de él, pero de alguna manera (bueno, la verdad es que estoy saliendo con uno de sus amigos) terminé por convivir con todos ellos y me aceptaron y todo estuvo bien.
Bailamos, tomamos, estuvimos yendo de un lado a otro, a la playa, a seguir tomando y bailando sin parar. Y sí, tuve a alguien a quien besar a media noche. No es nada serio, ni siquiera sé qué va a pasar, pero me huele a que voy a terminar con el corazón roto si me enamoro, así que estoy tomando todo con calma.
A las 6 am nos fuimos a dormir, y yo regresé a casa a las 12 pm.
2017, un año más.
Quién sabe que vaya a pasar, ya no quiero hacer planes porque no logro cumplirlos, a veces, creo que soy más bien espontánea.
Solo quiero ser feliz, y en estos momentos, la felicidad sí se encuentra aquí y ahora, con mi trabajo y en el lugar en donde vivo. Pero sé que en algún momento voy a terminar yéndome. Lo deseo.
Muchas cosas, espero llevarme muchas sorpresas.
Un año más, uno del que ya no espero nada, quiero que todo pase porque tiene que pasar. Por ahora, a seguir adelante.
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