La pregunta "¿porque estás sola?", ha resonado en mi cabeza
por demasiado tiempo, como una de esas canciones pegajosas que odias pero no
puedes dejar de cantar.
Y no soy solo yo, son todos a mi al rededor repitiendo lo mismo, recordándome que mientras
todos parecen ser felices yo estoy sola.
Y entonces pienso en lo buena que soy con las palabras, y me digo justo después de estar
con alguien que si bien soy buena en la cama, soy aún mejor con una pluma en
mano y un montón de hojas en mi poder. Nadie parece tomarme en serio, quizá ni
yo misma.
Y la
pregunta sigue resonando y me envuelve en una lucha constante entre lo que yo
quiero y lo que los demás dicen que es correcto.
Sí,
puedo pasar el resto de mi vida sola y eso está bien, que más da, tengo a
chicos formados en mi puerta esperando a que les abra las piernas. Está bien,la soledad se me olvida de vez en cuando, mientras estoy en la cama y ellos me
susurran palabras que no son más que mentiras.
Sí,
puedo pasar el resto de mi vida aferrada a un hombre que me hable bonito y me
mantenga lo suficientemente feliz. Y así, como una mujer casada mi mayor
preocupación será averiguar qué momento del día es el mejor para hacer el
amor.
Que
fácil. ¿No?
Tener
dos opciones.
Pero no logro decidirme por alguna.
Y así
la pregunta se mantiene en pie. Casi como un monumento que
está en mi jardín y que todos vienen a visitar por compasión. Casi como un
tatuaje que me hicieron en la frente sin que yo lo pidiera.
¿Por
qué estoy sola?
Cuando
tengo tanto para ofrecer y demasiado amor en mi corazón, cuando soy bondad y maldad en una, cuando
podría ser todo lo que ellos quisieran.
Y la
respuesta llega casi como un viento cálido en el invierno, como el sonido del mar que escucho diariamente desde mi ventana.
Estoy sola porque lo amé a él. A él que me mató más de una vez, por el que resucité solo para volver a morir en sus garras. Y cuánto más pienso en
ello más me doy cuenta de que así es esto, de que un amor tan grande solo puede
vivir en mis palabras, palabras que desagarran el alma y hacen que dentro del
sufrimiento algo bello surja.
Estoy sola porque las mujeres como yo aman con tanta pasión y con tanta locura que
terminan por arruinarlo todo. Y una vez que lo hacemos solo queremos volver a
atrás para volver a sentir, para creer que tenemos todo bajo control y luego se escapa.
Él se escapa corriendo y yo voy a seguirlo con una
pluma en la mano suplicándole que venga a herirme de nuevo para que así
componga tantos poemas como estrellas en el cielo.
Los
grandes amores de la historia son tragedias, pienso en Romeo y Julieta, pienso en Frida
y Diego, pienso en Whitney y Bobby.
Estoy sola porque voy a destrozarme hasta que no haya quedado pedazo de mí que no
haya sido quemado por las llamas del amor. Tengo un corazón ardiente que ruega
por pasión, a como de lugar.
Y si un
día lograra tener un final feliz, sería algo así:
“Y
vivió feliz de la cintura para abajo, FIN”.
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